El patrimonio culinario está en riesgo: siete de cada diez recetas desaparecen con el paso de una generación. La Mostra de Cuina Menorquina se convierte en un escaparate para reivindicar el producto local y recuperar la memoria gastronómica.
El recetario tradicional afronta un reto global: en cada generación se pierde alrededor del 70% de las recetas que se transmitían en los hogares, según datos de la entidad Patrimoni Gastronòmic Protegit. Esta realidad afecta también a la cocina menorquina, donde muchas elaboraciones familiares han dejado de prepararse, sustituidas por nuevas tendencias y estilos de vida que relegan los platos de antaño.
En este contexto, del 19 de septiembre al 5 de octubre se celebra la 17ª edición de la Mostra de Cuina Menorquina, con la participación de 33 restaurantes repartidos por toda la isla. Durante 17 días, el evento ofrece menús especiales que ponen en valor el producto local y buscan mantener vivo el legado culinario de Menorca.
La Mostra, motor contra la desestacionalización
La cita gastronómica no es solo una fiesta de la cocina menorquina, sino también una herramienta estratégica para alargar la temporada turística. En un año complicado para el sector, la Mostra ayuda a generar oportunidades de negocio y a atraer visitantes fuera de los meses de verano.
El formato se divide en dos tipos de menús: el “menú Mostra”, con tres platos a precio cerrado, y el “menú gastronómico”, más libre y creativo. Esta combinación permite ofrecer opciones accesibles para todos los públicos y, al mismo tiempo, dar espacio a las propuestas más innovadoras.
Como novedad, este año se han incorporado paquetes turísticos que combinan transporte, alojamiento y experiencias gastronómicas, una apuesta por captar público balear y peninsular en septiembre y octubre. La gastronomía se convierte así en un pilar de la estrategia de desestacionalización turística en Menorca.
Innovación con raíces
Los platos de kilómetro cero son el corazón de esta edición: pescados y mariscos de la isla, carnes de raza autóctona, hortalizas de temporada y productos tan emblemáticos como el Queso Mahón-Menorca con denominación de origen. A ello se suman propuestas innovadoras como maridajes con vinos baleares y reinterpretaciones creativas de recetas tradicionales.
La cifra del 70% de pérdida de recetas en cada generación recuerda la importancia de eventos como la Mostra para preservar la memoria culinaria. Aunque muchas elaboraciones han desaparecido de las cocinas familiares, el trabajo de los restauradores y de las nuevas generaciones de chefs permite recuperar parte de ese patrimonio y adaptarlo a la gastronomía actual.
La Mostra se convierte, de esta forma, en un escenario donde tradición e innovación conviven. Los jóvenes cocineros encuentran un espacio para reivindicar la herencia de la cocina menorquina mientras la proyectan hacia el futuro, reforzando así la identidad cultural de la isla.
Un evento que une a toda la isla
Con 33 restaurantes de todos los municipios participantes, la Mostra de Cuina Menorquina se ha consolidado como el gran evento gastronómico de la isla. El público puede recorrer diferentes establecimientos y diseñar su propia ruta gastronómica en función de gustos y preferencias.
La iniciativa cuenta con el apoyo de instituciones, productores y patrocinadores, y se ha convertido en un símbolo de la unión entre sectores que comparten un mismo objetivo: poner en valor la cocina con raíces y evitar que desaparezca con el paso del tiempo.
La Mostra demuestra que la gastronomía es mucho más que un atractivo turístico: es patrimonio cultural, identidad y motor económico. Y frente al riesgo de que la tradición se pierda, se erige como una de las principales herramientas para mantener viva la esencia culinaria de Menorca.