Thierry Ndikumwenayo, siempre penalizado por su velocidad terminal, quedó noveno en la final de 10.000 metros del pasado domingo en el Mundial después de algunos errores tácticos. Días después, salió convencido de que en las semifinales de los 5.000 no podía volver a cometer los mismo fallos: necesitaba salir más adelante y con salida por la calle 2, pero finalmente, después de sufrir tres toques en carrera, se descentró y volvió a quedarse muy atrás. El atleta de Castellón terminó decimocuarto (13:47.72) y se quedó fuera de la final.
Continuidad
El pupilo de Lluís Torlà, a quien intentan convencer de que deje la pista para centrarse en las carreras de ruta, los medios maratones como salto previo al maratón, insiste en que él se ve capaz de ser competitivo en los 5.000 y los 10.000. “Hasta 2028 no pienso dejar la pista”, suelta Ndikumwenayo, que no oculta su tristeza por esta nueva decepción. “Estoy en shock. No me ha salido el resultado que esperaba. Estoy triste. A mí me vendría mejor una carrera rápida porque hay mucha gente veloz al final, y si somos más de 20 en una lenta vamos muy justos. No quiero tirar yo porque luego te pasan como aviones”.
Thierry Ndikumwenayo, durante la semifinal de 5.000 en Tokio. / Sportmedia Contenidos
Descanso y nuevos planes
Ndikumwenayo se marcha ahora a Burundi para estar unos días de vacaciones con su mujer y después preparará el cross. Luego vendrá la hora de decidir si sigue en la pista, como él quiere, o empieza a probar con el medio maratón.