así cayó uno de los principales narcotraficantes de toda España

Hace ya tiempo que la Policía Nacional, la Guardia Civil y otras policías europeas le colocaron a José A.C., alias El Buque, la vitola de «objetivo de alto valor». Para muchos especialistas en la materia, era el rey de la cocaína en las Islas Canarias, por el volumen de los negocios que mantenía desde su archipiélago natal.

Sin embargo, el que era líder de una de las redes de narcotráfico más activas de España acaba de ser arrestado en una operación conjunta en la que han sido detenidas un total de 17 personas, culminando con la desarticulación de toda la estructura de su organización criminal.

La detención de El Buque culmina una investigación de más de un año de duración que ha permitido la detención de todos sus miembros por los delitos de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.

La red desmantelada estaba especializada en la introducción de grandes cantidades de cocaína en territorio español a través de distintas embarcaciones. Para ello, este grupo tenía fuertes vínculos a nivel internacional, con presencia sobre todo en la zona sur de Gran Canaria, y empleaba métodos sofisticados para ocultar la droga, con alijos de varias toneladas en cada operación.

La conocida como Ruta del Atlántico de la cocaína llega desde Sudamérica y el Caribe hasta las islas Canarias. A través de ella, los narcotraficantes transportan los alijos, fundamentalmente de cocaína, para darle entrada en el mercado europeo desde hace décadas. Esas islas, son, según los especialistas policiales, la «plataforma logística» del narco que quiere meter decenas de toneladas en Europa.

Como resultado de la explotación de esta operación se han intervenido alrededor de 100 kg de cocaína y otros 100 de hachís, tras dos persecuciones por parte de las fuerzas policiales en alta mar. También se han intervenido 24 embarcaciones que la red de El Buque empleaba para introducir las sustancias estupefacientes.

Se han practicado hasta el momento 17 detenciones en Las Palmas de Gran Canaria, en La Gomera y Fuerteventura. Cuantiosas sumas de dinero y 14 inmuebles han quedado a disposición de la Audiencia Nacional y un total de 38 vehículos han sido intervenidos, así como numeroso material informático y documental para su posterior análisis.

La operación ha corrido a cargo de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. La investigación ha sido realizada por el Juzgado Central de Instrucción n.º 6 de la Audiencia Nacional y ha contado con el impulso de la Fiscalía Especial Antidroga.

Por otro lado, la operación ha contado con el apoyo de la NCA (National Crime Agency de Reino Unido), la DEA (Drug Enforcement Administration de Estados Unidos), EUROPOL, el MAOC-N (Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico) y el CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado) del Ministerio del Interior.

Todas estas instituciones han sido fundamentales para seguir los movimientos transnacionales de la organización e interceptar sus comunicaciones en fases críticas de la investigación.

Secuestro

El pasado 12 de abril, según revelaron los medios locales, dos individuos de una banda de narcos rival asaltaron armados la casa del capo, y secuestraron a su mujer y a su hijo de 19 años. Los metieron en un coche a punta de pistola y se los llevaron de allí, exigiendo luego un rescate.

Foto de archivo de la urbanización donde se produjo el secuestro.


Foto de archivo de la urbanización donde se produjo el secuestro.

EFE / Angel Medina

Era de madrugada cuando los sicarios accedieron a su villa en el Salobre, una urbanización de lujo con campo de golf situada en el municipio de San Bartolomé de Tirajana en el sur de la isla de Gran Canaria. La mujer y el hijo del narco canario fueron trasladados hasta un piso franco, desde el que enviaron un mensaje amenazante al padre y marido de las víctimas.

Según las primeras informaciones que trascendieron en los medios locales, aquel suceso guardaba relación con el robo de un cargamento de 500 kilos de cocaína de un alijo de 2 toneladas de droga de uno de los almacenes ocultos que la banda rival tenía en Gran Canaria. Este hecho habría motivado el secuestro de su familia como medida de presión para poder recuperar la partida de estupefacientes.

José puso en conocimiento de la Policía Nacional estos hechos porque consideró que la organización criminal que había cometido el secuestro iba en serio y podían ejecutar a su familia. La noticia trascendió mediáticamente a todos los medios nacionales, algo que influyó bastante para que la presión policial provocara que en unas 48 horas sus parientes fueran liberados y ahí empezó la omertá de todos.

Una vez estaban a salvo, ninguno de los miembros de la familia colaboró para resolver el entuerto. Días después, la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional detendría a cinco personas por el secuestro, tres en las Islas Canarias y dos en Málaga, en el corazón de la Costa del Sol, el refugio de los grandes narcos del continente.

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