Jamás tuve ningún remordimiento por haber comido carne de los fallecidos

Eduardo Strauch (Montevideo, 1947) es uno de los supervivientes de una tragedia de la que él extrae lo positivo y lo comparte en charlas como la que dará el 3 de octubre en Trui Teatre, en Palma: «Sobrevivir en los Andes». Afirma que el amor a sus seres queridos les dio fuerza para superar esos 72 días en la cordillera, donde comer la carne de los fallecidos fue «la única opción». Esa decisión, asegura, no le ha pasado factura. Con el resto de los que sobrevivieron a ese vuelo de Uruguay a Chile en 1972 comparte un grupo de Whatsapp. Esta será su segunda vez en Mallorca, que visitó junto a dos amigos (uno de ellos también fue un superviviente) en 1969, durante un viaje por Europa.

Fuente