El rey Carlos III de Inglaterra dio este miércoles la bienvenida en la finca de Windsor, a las afueras de Londres, al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania, con lo que dio comienzo de manera oficial a la visita de Estado del mandatario republicano al Reino Unido.
Carlos III y la reina Camila saludaron a los Trump en Casa Victoria, en los terrenos del castillo de Windsor, después de que el mandatario y la primera dama llegaron en helicóptero hasta la finca, donde les esperaban los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina.
Esta es la segunda visita de Estado que hace el presidente al Reino Unido, tras la de 2019 durante su primer mandato.
Como parte de la pompa que rodea esta visita, la Artillería de Caballería del Rey efectuó 41 disparos desde seis cañones de la Primera Guerra Mundial en los jardines del castillo cuando Trump saludaba a los reyes, mientras que se escucharon los himnos de los dos países.
Los Trump, los reyes y los príncipes de Gales viajaron hacia el castillo en sendas carrozas desde Casa Victoria, escoltados por soldados del Regimiento de Caballería Montada de la Casa Real, con sus tradicionales túnicas rojas.
En la llamada carroza de Estado irlandesa viajaron el rey y el presidente, mientras que en la de Estado Escocesa lo hicieron la reina Camila y Melania Trump, y por detrás los príncipes de Gales con el embajador de EEUU en Londres, Warren Stephens, en un Ascot Landau.
En el recorrido, que no está abierto al público por razones de seguridad, pasaron cerca de Frogmore House, donde los duques de Sussex, Enrique y Meghan, celebraron la cena el día de su boda, y también cerca de Frogmore Cottage, hogar de los duques antes de que abandonasen la Casa Real en 2020.
Ceremonia de bienvenida
Una vez en el castillo, en el patio de la fortaleza, se procedió a la ceremonia de bienvenida con la Guardia de Honor. Asimismo, Trump y su esposa depositaron una corona de flores en la tumba de Isabel II, en la Capilla de San Jorge del castillo.
Durante el tradicional intercambio de obsequios, Trump entregó al monarca una réplica de la espada que Dwight Eisenhower utilizó en la Segunda Guerra Mundial, mientras que Carlos III le regaló un volumen de cuero conmemorativo del 250 aniversario de la Declaración de Independencia estadounidense y la bandera británica que ondeó en el Palacio de Buckingham el día de su investidura en enero.
La primera dama recibió un cuenco de plata y esmalte elaborado en Irlanda del Norte y un bolso Anya Hindmarch personalizado, y la reina Camila fue obsequiada con un broche floral de Tiffany & Co. de oro, diamantes y rubíes.
Tras la ceremonia en la capilla -en la que un coro ha interpretado un movimiento del ‘Gloria’ de Vivaldi-, los Trump regresaron al castillo, situado a unos 40 kilómetros de Londres.
La jornada se completará con el desfile militar Beating Retreat en la pradera este del castillo, en el que bandas de las Fuerzas Armadas británicas interpretarán marchas y toques de retirada, una tradición que se remonta al siglo XVII. Posteriormente tendrá lugar el banquete de Estado en el majestuoso St George’s Hall del castillo, donde los reyes ofrecerán una cena de gala en honor de los invitados estadounidenses, con discursos de ambas partes.
La presencia del mandatario republicano en territorio británico no está exenta de polémica ya que está prevista esta tarde una manifestación en Londres contra Trump.
Además, la Policía del Valle del Támesis, a la que pertenece el pueblo de Windsor, ha informado de que cuatro personas han sido arrestadas bajo sospecha de «comunicaciones maliciosas» tras la proyección de imágenes de Trump y el pederasta convicto Jeffrey Epstein sobre la pared de una de las torres del castillo de Windsor.
El grupo ‘Led By Donkeys’ (Liderados por burros) compartió una imagen de la proyección en la red social Instagram, junto al mensaje «Hola Donald, bienvenido al castillo de Windsor».