El Real Madrid ha iniciado la Champions generando muchas dudas ante un rival de medio fuste como este Marsella venido a menos. Xabi llegó con el propósito de convertir al Madrid en un equipo de autor y trabaja denodadamente en ello, pero hasta ahora evidencia una notable falta de fútbol con la pelota en los pies y una preocupante fragilidad defensiva. Sin embargo, Mbappé rescató a los blancos desde los once metros, anotando de penalti los dos goles que le dieron un triunfo más sufrido de lo esperado y que ofrece más sombras que luces de este Madrid en construcción.
Xabi Alonso está siendo fiel a su palabra para domar los egos de unos jugadores que terminaron condenando a Ancelotti. Algo que, por el momento, le ha hecho ganarse el respeto de un vestuario que no es precisamente fácil, puede atestiguarlo Carletto. Prometió a Mastantuono minutos cuando le convenció para fichar por el Madrid y se los está dando. A Rodrygo le advirtió que tendría oportunidades en la izquierda y las está teniendo. Y Huijsen luce galones con 20 años. Aunque con quien mejor parece haber conectado es con Mbappé. “A Kylian le gusta mucho el fútbol y quiere entender las cosas”, confesó el técnico. Y Xabi ha reclutado para su causa a Kylian. Hasta el punto que mientras genera más oportunidades que fútbol, el francés es su táctica más fiable: Mbappé y diez más.
Más hambre que fútbol
En su estreno como técnico del Real Madrid en Champions volvió a ser fiel a su palabra. Mastantuono salió por la derecha y Rodrygo por la izquierda, con Kylian bien alimentado al tener a su espalda a un Arda Guler con el que tiene química. 45 segundos tardó en poner en pie a la grada Mbappé con un remate de chilena más aparatoso que efectivo. El hambre local en la recuperación, ese sello que ha imprimido Xabi al históricamente perezoso Madrid, generó otra oportunidad en un remate de Mastantuono al palo en el minuto 5. El partido era puro frenesí porque a la ambición madridista se sumaba la audacia marsellesa, sello indiscutible de los equipos de De Zerbi. Un par de disparos más de Mbappé y otro de Rodrygo fueron respondidos por un zarpazo de Timothy Weah que salió lamiendo el larguero. El paso de los minutos rebajó las revoluciones y el viento cambió.
A los 21 minutos Huijsen entregó un balón a un indolente Arda que lo perdió de forma intolerable, terminando la acción en gol de Weah. Al Madrid de Xabi se le ponía un partido cuesta arriba por primera vez esta temporada. De repente cada contra marsellesa destilaba peligro. Courtois se tuvo que emplear a fondo en otra estampida de Weah, indetectable para un Carvajal que sustituyó al lesionado Trent. No bajó los brazos el Madrid, que siguió generando ocasiones a golpe de robos de balón y solo seis minutos más tarde Rodrygo era derribado groseramente por Kongdobia en el área, penalti que Mbappé convertía en el empate. Un regalo del Marsella que aliviaba a Xabi. Mastantuono, con su andar zocato y cansino, perdonó otro gol cantado al filo del descanso. Las pinceladas del argentino no terminan de seducir a la grada blanca. También Aubameyang pudo adelantar a los galos en el 38. El duelo era una montaña rusa más cerca del escenario donde lo pretendía De Zerbi que del que había preparado Alonso. Al Marsella lo sujetaban las diez paradas de Rulli y la velocidad de Weah.
Penalti y triunfo
La reanudación no cambió el panorama. Asedio madridista sin especial brillantez y peligrosos contragolpes marselleses que hicieron trabajar a Courtois. Un estreno gris para un Alonso que terminó acudiendo al banquillo en busca de soluciones. A la hora de partido echó mano de la electricidad de Brahim y Vinícius por Mastantuono y Rodrygo, a los que se les había acabado la gasolina. Se desangraba el Madrid con pérdidas no forzadas que daban oxígeno al Marsella. Y entonces ocurrió algo más simbólico que trascendente. Carvajal lanzó un cabezazo a Rulli en un córner que el VAR delató y el Madrid se quedó con diez. Entonces Xabi llamó instantáneamente a Asencio y retiró a Arda, su arquitecto, su Modric. Un cambio significativo que siembra aún más dudas sobre la capacidad del turco para gobernar los partidos. Al final el asedio madridista tuvo premio en el minuto 80, cuando una jugada de Vinícius terminó tropezando en la mano de un defensa y el bosnio Peljto señaló otro controvertido penalti. El Real Madrid sumaba su primer triunfo gracias a dos faltas máximas anotadas por Mbappé y a unas cuantas paradas de Courtois. Un botín poco ilusionante para el estreno.
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