Nueva batalla en la guerra entre Sánchez y Ayuso a la que Feijóo no está invitado

Las dos primeras semanas de curso auguran que el nuevo ciclo político estará, por lo menos, tan tensionado como el anterior. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene claro que llamar a la calma y pedir mesura a una oposición arrastrada al monte por Vox es perder la batalla dialéctica y en este nuevo periodo está decidido a dar la batalla. En frente tendrá a la vocera favorita de los exabruptos, una mala noticia para Alberto Núñez Feijóo, que todavía no tiene claro si quiere seguir fingiendo ser el garante de la moderación o entrar en un juego en el que ni siquiera es el mejor de su partido.

Ayuso, al ataque

Y como no se puede soplar y sorber a la vez, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, hace tiempo que tiene la cuchara vacía. Este lunes, se enfrentaba a uno de esos días en los que la palabras elegidas para reaccionar a un acontecimiento importante, como fue la protesta contra el genocidio en La Vuelta ciclista en la que participaba el equipo de uno los máximos financiadores de Benjamín Netanyahu, determinan cuánto se habla de ti. Su equipo volvió a no decepcionar y la barbaridad alcanzó tales cotas de ignorancia que su emisora, que ya se había preocupado por prepararse el terreno, copó los focos de la derecha.

Un negocio redondo para conseguidores como Alberto González Amador

Madrid y Sarajevo son ahora dos gotas de agua para la baronesa del Partido Popular (PP), que desde uno de los medios ultraderechistas que financian como si contasen con audiencia dejó en nada las palabras de la mano derecha de Feijóo. Y mira que Miguel Tellado lo intenta, pero la manida alusión a ETA con la que los conservadores intentan hacerse los políticamente incorrectos y los indignados a la par no puede competir con la menta del jefe de Gabinete de la líder madrileña, Miguel Ángel Rodriguez.

Y al final se termina hablando de cuánta gente murió en Sarajevo y del porqué es ridículo compararlo con una protesta pacífica destinada a que una competición deportiva no blanquee a un Estado genocida que a diario asesina niños. Ni rastro de los tejemanejes del novísimo, que se enfrenta a varios delitos fiscales por lo que podría tener que abandonar el ático y pasar un tiempo a la sombra, o del nuevo inicio de curso escolar accidentado en la Comunidad, con los habituales problemas de plazas, becas o falta de profesores.

Sánchez responde

Sin embargo, Sánchez reniega de seguir haciendo oídos sordos a las barbaridades del ayusismo mientras contempla como la pronunciación de estas mismas son las que más hora de atención le granjean. El jefe del Ejecutivo pasa al ataque y quiso dejarlo claro ya durante la reunión interparlamentaria del Grupo Socialista, con la que el PSOE da el pistoletazo de salida al periodo de sesiones. Con el pretexto de la financiación autonómica, pero poniendo nombre y apellidos al defraudador confeso con mejor ojo para los contratos sanitarios de la Comunidad de Madrid.

Nunca un Gobierno había transferido tantos recursos económicos a las comunidades autónomas para financiar los servicios públicos”, introducía Sánchez, aludiendo a la política de vivienda, la dependencia, los servicios sociales, la sanidad o la educación, todas ellas competencias de los ejecutivos regionales. “En lo que va de siglo nunca se les había transferido tanto dinero a las CCAA, 300.000 millones de euros más en los siete años que llevamos que lo que dio Rajoy”, continuaba, “pero servicios públicos han empeorado”.

“La respuesta es muy simple y la dan los datos: estos gobiernos de la derecha y apoyados por la ultraderecha están usando ese dinero que les transferimos no para contratar médicos, ni para modernizar sus escuelas o para ampliar las camas de residencias de nuestros mayores. Lo están usando para privatizar esos servicios, para desviar recursos públicos a cuatro grandes empresas afines y para hacer regalos fiscales a los ricos en su territorio”, respondía a su pregunta. La alusión a Madrid era clara, pues son los pasos dados por Ayuso, pero el presidente no quiso dejar dudas.

“Entre 2019 y 2025 se ha transferido a Madrid un total de 130.000 millones, 43.000 millones adiciones respecto a lo que le transfirió Rajoy. Con ese dinero, el Gobierno de la señora Ayuso ha derivado menos de la mitad, el 45%, a los servicios públicos. El resto lo ha devuelto a través de regalos fiscales a la grandes fortunas de la capital, por valor de 5.000 millones”, introducía antes de dar la estocada. “Un negocio redondo para conseguidores como Alberto González Amador (pareja de Ayuso), que multiplicó por siete sus ingresos en un año”.

El novísimo se forra desde la llegada de Ayuso a la presidencia, “Un negocio redondo para conseguidores como Alberto González Amador”, añadía Sánchez, “a los que cada vez les cuesta más conseguir una cita médica o una plaza educativa para sus hijos”. Un ataque muy claro que, por si acaso, Sánchez concluyó con un resumen general. “130.000 millones totales, 43.000 adicionales y solo el 45% para servicios públicos. El resto a regalos fiscales para las grandes fortunas de la capital y grandes empresas que, oh, casualidad, acaban también vinculadas con algunos de sus familiares«. Nueva batalla en la guerra Sánchez-Ayuso, a la que Feijóo no está invitado.

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