El ascenso del partido populista Reform UK en el Reino Unido está haciendo sonar las alarmas en el Partido Conservador. Varios miembros de los ‘tories’ han anunciado en los últimos meses su salida de la formación para unirse al equipo de Nigel Farage, conscientes de los malos pronósticos electorales y de la creciente inclinación de los votantes por el partido populista. El último en hacerlo ha sido el veterano diputado Danny Kruger, hasta ahora parte del equipo de oposición de la líder conservadora, Kemi Badenoch —conocido como el «Gobierno en la sombra»—, quien se ha convertido este lunes en el primer miembro activo del grupo conservador en la Cámara de los Comunes en dar el salto.
«Esta es mi trágica conclusión: el Partido Conservador está acabado. Está acabado como partido nacional y como principal oposición a la izquierda», ha asegurado Kruger en una rueda de prensa junto a Farage. «Tras nuestra derrota del año pasado, esperaba que el Partido Conservador aprendiera la lección obvia de que las viejas formas no funcionan, que el centrismo no es suficiente, que se necesita un cambio real. Hemos tenido un año de estancamiento, de deriva y de una falsa unidad que proviene de no hacer nada audaz, difícil o controvertido. El resultado es [claro] en las encuestas: esos votantes perdidos no van a volver», ha remarcado el nuevo integrante del partido populista, quien se ocupará de preparar a la formación para entrar en un eventual Gobierno en el futuro.
Goteo de deserciones
La incorporación de Kruger a Reform UK se suma a otras anunciadas desde que Farage confirmó su regreso a la primera línea política, a principios del año pasado. El primero en hacerlo fue Lee Anderson, exvicepresidente del Partido Conservador durante el Gobierno de Rishi Sunak, quien fue expulsado del grupo parlamentario de los ‘tories’ en febrero de 2024 por unos comentarios ofensivos contra el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan. Ya bajo las siglas de Reform UK, Anderson revalidó su escaño en las elecciones de julio y se ha convertido en una de las caras más visibles de la formación populista.
Otros nombres destacados son el de Nadine Dorries, exministra de Cultura en el Gobierno de Boris Johnson y el de Andrea Jenkyns, una de las voces más representativas del ala dura del Partido Conservador en la última legislatura. Jenkyns no consiguió revalidar su escaño en las últimas generales y anunció meses más tarde su marcha a Reform UK para optar a la alcaldía de Greater Lincolnshire, un cargo que consiguió en las elecciones locales del pasado mayo con un 42% de los votos.
Conservadores en crisis
La deserción de Kruger supone un escalón más en este goteo de incorporaciones a Reform UK, ya que se trata del primer diputado activo del Partido Conservador en hacerlo. Un movimiento que podrían repetir otros representantes de los ‘tories’ en vista de los malos pronósticos electorales. Según una encuesta de YouGov del pasado junio, Reform UK se convertiría en la primera fuerza en la Cámara de los Comunes con hasta 271 representantes —actualmente tiene cinco—, mientras que los conservadores pasarían de los 119 diputados actuales a tan solo 46. Los resultados en las elecciones locales del próximo año, además de las regionales en Gales y Escocia, serán un posible detonante para nuevas deserciones y una nueva prueba de fuego para el liderazgo de Badenoch.
«Danny ha dejado muy claro que esto no tiene nada que ver conmigo. No puedo distraerme con eso y no voy a dejar que este tipo de incidentes me desvíen de mi rumbo», ha asegurado la líder conservadora poco después del anuncio. «Sé que este tipo de cosas van a suceder mientras un partido está cambiando. Lo que tengo que hacer es asegurarme que la gente entienda en qué consiste el Partido Conservador de hoy, no el Partido Conservador de ayer», ha añadido, en un intento de desmarcarse de los errores de los gobiernos anteriores. Unos intentos que, por ahora, no están surtiendo efecto.
Suscríbete para seguir leyendo