Alentará a la violencia. Hay que prepararse para cosas peores

«Un animador que jalea a la kale borroka«. Así ha definido José María Aznar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, después de que este domingo se suspendiera la última etapa de La Vuelta ciclista en Madrid por las manifestaciones propalestinas.

El expresidente ha afirmado que si hasta hoy «teníamos un Gobierno corrupto e incompetente» lo que hay ahora al frente de este Ejecutivo es «un animador de la kale borroka» y de la violencia, por lo que ha advertido que «hay que estar preparado para cosas peores» dejando la puerta abierta a que Sánchez aliente la violencia «con otras cosas».

Si bien ha defendido este lunes el «derecho a manifestarse», Aznar ha destacado que algunos de los que ayer se manifestaron por la presencia de un equipo israelí en La Vuelta «no tienen derecho a saltarse la ley» después de que 22 policías hayan sido heridos «por salvaguardar a niños, madres y familias».

«Cuando se tiene al frente de un Gobierno al que entiende y jalea a la kale borroka tenemos que estar preparados para cosas peores», ha dicho en El Programa de Ana Rosa.

Preguntado sobre a qué se refiere con esta afirmación, el expresidente ha evitado contestar, aunque ha lanzado otra pregunta para la que él mismo no ha dado respuesta: «¿Por qué no va a alentar a la violencia con otras cosas?».

«¿Por qué no abraza la causa venezolana?»

En este sentido, considera que «este inmenso abrazo propalestino» que Sánchez lanzó este domingo en apoyo a los manifestantes «no es más que una huida a una situación asfixiante de la corrupción» que le rodea.

«A Sánchez le da igual la causa palestina, ¿por qué no abraza la causa venezolana?«, ha cuestionado.

Para Aznar, el presidente del Gobierno «está convirtiendo cuestiones domésticas en internacionales abrazando causas» como la propalestina y contra Israel cuando «han sido atacados por terroristas», en referencia a Hamás.

Así, considera que por este apoyo al Estado palestino España «ha dejado de ser un socio fiable» porque «no se puede confiar en un país elogiado por terroristas».

Por último, ha dejado claro que en política no puede haber «emociones» cuando se habla de una guerra, en este caso la de Gaza, y que hay que analizar bien los «intereses» de tu país «en el mundo y en esas guerras».

«España y el mundo occidental nos la jugamos mucho más de lo que creemos en Ucrania y Gaza. Si Ucrania e Israel no ganan pagaremos un precio muy alto por ello», advierte.

Fuente