El último episodio del pódcast UPEKA ha contado con tres voces autorizadas del mundo de la salud para hablar de un tema que (aunque siga sorprendiendo) sigue siendo ignorado por muchas personas: el infarto en mujeres.
En esta entrega han participado el cardiólogo murciano José Abellán, autor del libro ‘Lo que tu corazón espera de ti’, la doctora Leticia Fernández-Friera, jefa del Servicio de Cardiología en HM Hospitales y la doctora Diana Díaz-Rizzolo, investigadora en la Universidad de Columbia.
El capítulo ha servido para desmontar mitos, aclarar conceptos e introducir nuevos enfoques sobre la salud cardiovascular femenina, la brecha de género en investigación, el papel de las hormonas y hasta el impacto del estrés y la alimentación en nuestro corazón.
Aunque muchos siguen pensando que el cáncer de mama es el enemigo número uno de la salud femenina, la realidad es muy distinta. Tal y como recuerdan los participantes del episodio, la primera causa de muerte en mujeres adultas en España es la enfermedad cardiovascular, según los últimos datos de la Fundación Española del Corazón.
La conversación gira en torno a cómo el infarto se presenta de forma distinta en las mujeres, por qué a veces es difícil de diagnosticar y cómo influyen factores como la menopausia, la diabetes gestacional o el síndrome de ovario poliquístico. También se ha abordado el papel de la investigación médica tradicional, que durante décadas ha ignorado a las mujeres en los ensayos clínicos por sus fluctuaciones hormonales, algo que ha tenido consecuencias claras en el conocimiento y tratamiento de patologías femeninas: “Es que las mujeres contamos los síntomas diferentes que los síntomas que cuentan los hombres”, explicaba la doctora Fernández-Friera, quien advertía del riesgo de normalizar esta situación: “Tenemos un 50% más de probabilidades de ser erróneamente diagnosticadas si entramos con un cuadro de infarto a un hospital”.
El momento que más ha dado que hablar: el café y el corazón
Aunque el episodio está lleno de momentos reveladores, uno de los fragmentos que más ha llamado la atención (y que ha circulado ampliamente en redes sociales y foros de salud) es el que trata sobre el impacto del consumo de café en la salud cardiovascular.
José Abellán, con el respaldo de la evidencia científica más reciente, ha sido claro: “Todos los estudios apuntan a que el café es positivo”.
Lejos de lo que se ha creído durante años (que el café era perjudicial para el corazón por aumentar la frecuencia cardíaca) el cardiólogo murciano señala que “las personas que consumen café tienen mejores condiciones cardiovasculares”. Eso sí puntualiza que los estudios actuales “no son experimentales, sino observacionales”, lo que significa que no se puede asegurar causalidad, pero sí una relación significativa entre el consumo moderado de café y una mejor salud del sistema cardiovascular: “Es que si tú abusas de… bueno, si consumes muchas, a no ser que sean alimentos naturales, la mayoría te suelen fastidiar”, comentaba Abellán refiriéndose a sustancias externas al cuerpo: “El café, sin embargo, es de las pocas cosas que, aunque es ajeno, parece beneficiar”.
Según los datos que maneja una ingesta de hasta 450 mg de cafeína al día (lo que equivale aproximadamente a cuatro o cinco tazas normales) puede considerarse segura y, en muchos casos, beneficiosa.
La importancia del café de calidad
Otro punto interesante que abordaron los expertos fue la calidad del café que se consume. En este sentido, Leticia Fernández-Friera matizó que no todos los cafés son iguales, y que los de especialidad (no torrefactos ni mezclados con azúcar en el tueste) podrían ofrecer beneficios superiores: “El café que se toma en muchos bares en España es torrefacto o mezcla. Este se ha tostado demasiado y, al tueste, se le ha añadido incluso azúcar. Son sustancias que, al final, con el quemado se quedan como la acrilamida y otras que no benefician”, explicó la cardióloga.
Por eso si se quiere aprovechar al máximo los posibles efectos saludables del café, es recomendable optar por cafés de origen y con tueste natural, ya que “no se crean esas sustancias que se queman”.