A lo campeón, dejando claro su rol en el pelotón. El doble ganador del Tour de Francia (2022, 2023), el danés Jonas Vingegaard ha rematado este sábado La Vuelta 2025 con una gran victoria en solitario en la Bola del Mundo. El maillot rojo de la carrera señalaba en la previa de a carrera que a priori él y su equipo, Visma, iban a controlar la etapa y correr a la defensiva, ya que los que tenían que poner toda la carne en el asador eran el UAE Team y Joao Almeida, que partía con 44 segundos de desventaja respecto al danés, pero que si tenía una oportunidad para ganar la etapa no la iba a dejar escapar, y así ha sido.
Necesitaba Vingegaard reivindicarse en el pelotón y en el seno de su formación después de que el esloveno Tadej Pogacar le haya derrotado en las dos últimas ediciones del Tour de Francia y de ahí que decidiera participar en la ronda española, en la que era su tercera presencia en la carrera, con el 2º lugar de 2023 como mejor resultado. Y a la tercera fue la vencida, y de qué forma, venciendo a sus rivales en una de las subidas más icónicas de la carrera, después de que el UAE Team tratara de desgastarle a lo largo de la etapa más dura de esta edición de la carrera (con cinco puertos, el mayor desnivel acumulado, 4.226 metros, en una etapa y ascendiendo hasta el techo de la carrera, 2.251 metros), pero 44 segundos parecían una renta demasiado amplia para tumbar a un campeón como el danés.
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UAE Team Emirates avanzó que iba a correr de forma agresiva. Sí, marcaron y un fuerte ritmo en el pelotón. Sí, el rey de la montaña de La Vuelta, el australiano Vine se vació para que Almeida se luciera, quien en la entrada de la parte más dura de la Bola del Mundo (los tres últimos kilómetros, con porcentajes que llegaban al 20% y rampas de hormigón) se puso a tirar de los mejores hombres de la carrera, pero Jonas lo tenía todo bajo control y cuando vio la ocasión atacó.
Almeida lo dio todo, pero no fue suficiente, después del susto que dieron un grupo de manifestantes al saltar a la carretera a 18 kilómetros de neta y de que Landa y Ciccone fueran cazados a 3,1 kilómetros de meta. Pero Vingegaard, bien respaldado por su compañero Kuss, ganador de La Vuelta, y que hoy hacía 31 años, abrió el gas en el último kilómetro y se fue a toda velocidad, desafiando cualquier lógica. Extendió la capa roja y entró en meta como un ciclón pese al esfuerzo y a las rampas imposibles en un escenario un tanto desangelado.
Victoria de etapa y ganador virtual de La Vuelta, en la que será su tercera gran vuelta ciclista en el bolsillo, tras los dos Tour. Tras él en el podio de Madrid, el portugués Joao Almeida y tercero será el británico Thomas Pidcock, que ha defendido con uñas y dientes su posición en el podio en un resultado que a buen seguro le carga la mochila de moral de cara al futuro al ser éste su mejor cosecha en una gran vuelta.
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