Hubo un tiempo en el que, para hacer rock en Zaragoza, el primer paso era subirse al casetero. A finales de los 70, sin saber que se convertirían en una de las bandas más emblemáticas del rock aragonés, el grupo Pedro Botero ensayaba en una quesería del barrio de Casetas. Su historia llegará a la pantalla a finales de este mes con el estreno de ‘Las Calderas de Pedro Botero’, un documental dirigido por Etna N. Romero y producido por la joven productora zaragozana Kappa Producciones. La cineasta zaragozana coincidió por primera vez con la banda durante la grabación del videoclip ‘Todo me da lo mismo’ (2016). Romero pronto intuyó que la trayectoria de Pedro Botero daba para más de tres minutos de metraje y necesitaba ser contada: «Normalmente, los homenajes se hacen cuando la gente ya no está, pero creo que es importante hacerlos cuando aún se está ahí, para seguir potenciando el talento».
Nacidos en 1973, Pedro Botero es una de las formaciones más longevas y emblemáticas del rock aragonés. Forjados en un entorno obrero y en medio de la eclosión del heavy y el hard rock de los 80, alcanzaron notoriedad con discos como ‘Pedro Botero’ (1987), ‘Guerrero’ (1987), ‘La llave del alba’ (1991) y ‘Oro y cenizas’ (1993), que los consolidaron como referente en la escena estatal.
Tras un largo silencio, la banda resurgió en 2016 con ’17/50′, un trabajo que, como explica Rubén Bartolomé, líder del grupo, simbolizaba tanto el aniversario de su fundación como su voluntad de seguir activos: «Cuando empecé con la banda tenía 17 años, y al grabar este disco acababa de cumplir 50. Por eso le pusimos ese nombre». Tras su lanzamiento, animado por el productor y mánager Leonardo Gil, Bartolomé decidió renovar la banda con Nano Pérez (bajo), Cesarito Royo (guitarra) y Alberto Sánchez (batería). Hoy, con más de cinco décadas de historia, Pedro Botero mantiene vivo el espíritu del barrio que los vio nacer.
El grupo Pedro Botero, en un concierto en la sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza / Pedro Botero
Más que una biografía musical, ‘Las Calderas de Pedro Botero’ es un viaje por la historia del grupo, su influencia en el rock de la movida aragonesa y su arraigo en Casetas. Pedro Botero fue fundado por Abel Bartolomé y continuado hasta hoy por su hermano, Rubén Bartolomé: «Casetas ha sido siempre nuestro lugar de crecimiento. Siempre hemos sido la banda de Casetas». La cinta rememora cuando el barrio zaragozano fue cuna del rock, con locales como Las Calderasque, además de dar nombre al documental, prestó espacio de ensayo a artistas como Pedro Botero o a un jovencísimo Bunbury con Zumo de Vidrio, antecedente de Héroes del Silencio.
La narrativa del documental, explica la directora, arranca con los orígenes de la familia Bartolomé Cunchillos, precursora de la cultura musical en Casetas gracias a Germán Cunchillos, tío de los Bartolomé y líder de la orquesta Canadá. Uno de los objetivos, explica Romero, es representar a las bandas locales de la época que, aunque no lo tenían fácil, siempre encontraban cariño en su público: «Como banda, podías no ser nadie, pero al final Pedro Botero está y estaba rodeado de familia y eso es lo que les hizo crecer».
«Siempre hemos sido la banda de Casetas. Es nuestro lugar de crecimiento»
El documental cuenta con un material más amplio del que podría esperarse: fotografías inéditas, recortes de prensa y entrevistas originales que reflejan la época dorada de Pedro Botero. «Había una persona en Casetas que se dedicaba a la fotografía, que era David Gil, y él tiene mucho material inédito de ellos», explica Romero. «Entonces se tenía más aprecio a las fotografías, incluso se conservan entrevistas que les hicieron en su día. La verdad que el material es bastante bueno». Como señala Bartolomé, tanto en el cine documental como en la música, lo esencial sigue siendo el contacto físico: «Lo principal es juntarse en el local de ensayo y no perder la virtud de aportar ideas nuevas… Porque ahora todo está en el ordenador, pero el cara a cara, el conocerse mejor, eso lo hace la persona».
Próximos conciertos
Aunque todavía no se conoce la fecha exacta, indica la directora, ‘Las Calderas de Pedro Botero’ verá la luz a finales de septiembre. Lo hará por primera vez en Casetas y en Zaragoza habrá un segundo pase previsto para después de las Fiestas del Pilar. La cinta, cuenta Romero, no va a dejar indiferente a nadie: «La gente que los conoce va a encontrarse con historias que no te puedes esperar de una banda. Por Pedro Botero han pasado muchísimos músicos, y todos ellos tienen muchas historias que contar».
Dicen que «más sabe el diablo por viejo que por diablo» y, si se trata de experiencia, en Pedro Botero están sobrados. Además del documental, la banda continúa dando guerra con conciertos en Bilbao (8 de noviembre), Murcia (15 de noviembre) y Zaragoza, donde tienen previsto actuar en las ‘foodtracks’ del Pilar. De cara al año que viene, están preparando un disco nuevo. El paso del tiempo, asegura Bartolomé, no quita las ganas ni de hacer música ni de compartirla. «Suelto toda la adrenalina con la guitarra, canto y doy lo mejor de mí. Lo único que estamos esperando es que llegue una fecha para volver a subirnos al escenario. No es por nada en particular, sino por la felicidad que se siente al estar ahí arriba, entregándote al público y a la música», concluye.










