María Pérez, la leyenda de la marcha, gana su tercer oro mundial tras una soberbia exhibición en Tokio

Los oros en los 20 y 35 km de Budapest 2023 ya tienen compañía en el palmarés de María Pérez (Orce, 1996). La atleta granadina volvió a ganar en el Mundial de Tokio y agrandó su leyenda.

Con un tiempo de 2h39:01 y una ventaja de 3:23 sobre la segunda, los 35 km en la capital nipona no fueron un desafío para ella. María Pérez ya tiene su tercer oro mundial, algo que ningún hombre o mujer había logrado jamás en el atletismo español.

«Yo sé que tengo los focos en mí, pero siempre voy a mi bola. Pienso que no hay nadie mejor que yo. No tener pensamientos negativos es una de las cosas que diferencia al que va a ganar del que va a perder. Yo digo que es el asfalto el que pone a cada uno en su sitio», aseguró.

María Pérez, premio León de EL ESPAÑOL al deporte en 2024, defendió con éxito su corona en los 35 km y el sábado que viene intentará repetir en los 20 km, lo que supondría un hito espectacular: ser tetracampeona del mundo.

«Desgasta mucho menos. En Budapest fue al revés. Hay rivales que no han doblado, como la mexicana Alegna González, que es una de las claras favoritas para la medalla», analizó sobre el siguiente desafío.

Además, la atleta de Orce se acordó de su compañero Álvaro Martín, también bicampeón mundial en 2023, que se retiró tras ganar junto a María el oro en los JJOO de París:

«En la fiesta no va a estar Álvaro Martín. De hecho, lo hemos echado de menos». Aun así, la celebración se pospone hasta dentro de una semana, con la intención de que sea completa con otro oro más en el cuello.

María Pérez fue muy superior a la italiana Antonella Palmisano, segunda, y a la ecuatoriana Paula Torres, tercera, en la carrera de Tokio. Y no solo eso: la española estuvo en tiempos del Top 10 masculino durante buena parte de la prueba. De otra galaxia.

Palmisano, campeona olímpica en Tokio 2020, tuvo que conformarse con la plata ante una rival que también es amiga. Este verano pasaron más de una semana juntas entrenando en las montañas de Livigno, sin ocultarse secretos. Una anécdota que dota de mayor peso histórico a la foto que se tomaron tras la final de este sábado.

María Pérez celebra su oro mundial en Tokio 2025 junto a la italiana Palmisano, plata


María Pérez celebra su oro mundial en Tokio 2025 junto a la italiana Palmisano, plata

EFE

La carrera en Tokio se disputó con calor y humedad. La salida se adelantó a las 7:30 y la humedad rondó el 79%, obligando a muchas atletas a usar pañuelos con hielo para refrescarse y controlar la temperatura.

«La humedad era tan elevada hoy que era un factor de riesgo. Ha habido un momento en que nos hemos quedado sin esponjas, eran solo botes de agua», decía María Pérez tras la carrera.

La española, con 1,58 m de estatura, no se amedrentó: con determinación resistió un aviso en los primeros kilómetros y convirtió su fortaleza y táctica en ventaja, imponiéndose como la rival más dura pese a su menor envergadura.

Tras el kilómetro cinco se formó un quinteto: Kimberly García León, Paula Torres, Antonella Palmisano, Li Peng y la española. Aguantaron juntos hasta el kilómetro 21, cuando Paula y Kimberly empezaron a perder fuelle debido al ritmo.

María aceleró y se marchó en solitario; su ritmo fue tan alto que incluso aguantó junto al brasileño Caio Bonfim —que acabó segundo en la prueba masculina—. Y finalmente cruzó la meta en el estadio Nacional de Tokio en 2:39:01, ondeando la bandera española y llorando de emoción.

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