En la Administración de Lotería de Fernando, en el centro de Madrid, el taco de boletos inmaculados de la Quiniela sobresale por encima del resto de juegos de azar. Es anecdótico, dice, porque los ha colocado ahí horas antes un poco al tuntún, no implica que los de la Primitiva o la Bonoloto se hayan gastado antes, pero la conclusión que sugiere sí es acertada: «Cada vez juega menos gente».
«Pasa un poco lo mismo que con los periódicos en papel. La Quiniela la siguen echando quienes la han echado toda la vida, gente ya de cierta edad, sobre todo hombres. Pero ya es raro ver a una persona joven que venga a echarla. El Euromillón, todavía. Pero la Quiniela…», explica Fernando, que no se atreve a dar una cantidad de jugadores con respecto a hace, pongamos, 15 años. «Pero, eso seguro, son menos de la mitad que entonces. Bastantes menos».
Boleto de la Quiniela. / Europa Press
Un 70% menos en 15 años
Los datos avalan el trabajo de campo de este estanquero del barrio Lavapiés. Los datos de Loterías y Apuestas del Estado, recopilados por el portal ‘2Playbook’, detallan que la Quiniela y sus juegos asociados (Quinigol y Elige8) han reducido su facturación desde los 543 millones de euros en 2009 hasta los 163 de 2024.
Dicho de otro modo, el Estado recauda un 70% menos que hace 15 años por la Quiniela. Y eso que, en 2015, el precio creció un 50%, pasando de 1 a 1,5 euros la apuesta mínima y de 0,50 a 0,75 euros cada apuesta simple. Si se pondera ese aumento de precio en la comparativa de datos, la disminución en 15 años alcanza el 80%.
También hay que tener en cuenta que, desde hace ya unos años, la Quiniela no descansa. Cuando no hay temporada de clubes activa en España, se ‘rellena’ con partidos de otras competiciones. Este verano, por ejemplo, las ligas escandinavas han llenado el vacío desde el Mundial de Clubes hasta el arranque de LaLiga. Pero ni por esas.
El repunte de las apuestas
¿La gente apuesta ahora menos a resultados de fútbol? No, lo hace de otra manera. El desplome de la Quiniela ha ido unido al crecimiento descomunal de las apuestas deportivas directas en espacios físicos y virtuales (webs y ‘apps’). De los 1.988 millones recaudados por las casas de apuestas en 2013 se pasó en 2021 a 10.458, según los datos de la Dirección General de la Ordenación del Juego.
La cifra de 2021 no se ha repetido. El factor covid, que ese año eliminó muchas alternativas de ocio al aire libre, se une a las iniciativas llevadas a cabo por el Gobierno para limitar la publicidad de las casas de apuestas. En septiembre de 2021, el Gobierno prohibió la publicidad de este tipo de actividades en las camisetas de los equipos de fútbol, generando una pérdida de ingresos para los clubes que LaLiga estimó en 90 millones de euros anuales.
En 2022, y sobre todo en 2023, el volumen de apuestas disminuyó significativamente, pero volvió a repuntar el año pasado, situándose en 9.350 millones de euros apostados en España. Un auge que, en parte, el Ministerio de Consumo achaca a la recuperación de los llamados ‘bonos de bienvenida’ tras una sentencia del Supremo favorable a las casas de apuestas en ese sentido. El objetivo del Gobierno, ahora, es prohibirlos por ley.
Menos ingresos para los clubes
El traslado de apostantes de la tradicional Quiniela a las casas de apuestas está impactando en la economía de los clubes de fútbol, no solo en la de las administraciones del Estado. La ley de regulación del juego, aprobada en 2011 y que ha sufrido diversas modificaciones desde entonces, establece cómo se reparte el dinero que se obtiene con los boletos sellados.
El 49,95% de los ingresos netos va a parar a las diputaciones provinciales, el 4,55% lo recibe la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para que lo reparta entre el fútbol no profesional y el resto, un 45,5% lo reciben los clubes profesionales. En 2022, se modificó este último aspecto para incluir en el reparto tanto a los clubes de LaLiga como los de la Liga F, una vez que la Primera División femenina se transformó en una categoría profesional.
La Liga F aparecerá en la Quiniela
De hecho, el Gobierno ultima un decreto que provocará que los partidos de la Liga F se incluyan regularmente en los boletos de la Quiniela. La patronal del fútbol femenino ha presupuestado cinco millones de euros de ingresos por esa partida para esta temporada, si bien están a la espera de que el marco legal que lo regula entre en vigor.
Las apuestas deportivas, en cambio, no generan retorno económico directo para los clubes profesionales ni para LaLiga en sí. Durante los años del auge de las casas de apuestas virtuales, estas se lanzaron masivamente al patrocinio de clubes y futbolistas particulares. En septiembre de 2021, el Gobierno prohibió la publicidad de este tipo de actividades, cerrando el grifo.
Suscríbete para seguir leyendo