La OTAN no responde al ataque de Rusia, pero despliega la ‘operación Centinela del Este’: contará con aviones españoles

Aunque haya tardado 48 horas en reaccionar tras la incursión de varios drones rusos en el espacio aéreo polaco, la OTAN quiso mandar por fin este viernes un mensaje claro a Putin. Lo hizo a través de su secretario general, el holandés Mark Rutte, y del general estadounidense, Alexus G. Grynkewich, actual jefe militar de la Alianza Atlántica.

Frente a las tibias respuestas desde Washington en las últimas horas, ambos líderes quisieron ser contundentes en el compromiso de defensa de los países aliados y anunciaron la ‘operación Centinela del Este’ de defensa inmediata centrado en la frontera oriental.

Dicho plan consiste en lo que vienen recomendando los expertos y, especialmente, los militares ucranianos en los últimos meses: una mayor “agilidad” y “flexibilidad” en los sistemas de defensa, con una mayor coordinación entre las fuerzas de tierra y aire. El objetivo es lograr una movilidad en todo el frente que permita parar en tiempo y forma los ataques con drones, sin la necesidad de gastar miles de millones de euros en carísimos sistemas de defensa.

Aunque el general Grynkewich calificó de “éxito” el abatimiento de los drones rusos que entraron en territorio polaco el pasado miércoles, lo cierto es que la operación levantó ciertas dudas precisamente por lo desigual de las armas utilizadas.

Cada lanzamiento de misil desde cualquiera de los cazas que salieron al paso de los drones pudo costar en torno al millón de euros. Enfrente, tenían aeronaves que difícilmente superarían los 50.000 euros. A largo plazo, es evidente que la estrategia no es sostenible.

España aportará «medios aéreos»

El presidente del Gobierno ha anunciado a través de su cuenta en la red social X que España también aportará efectivos en el despliegue de los países de la OTAN en el flanco este de la organización atlántica, tras el ataque con drones de Rusia sobre Polonia.

En concreto, Pedro Sánchez ha confirmado que España aportará «medios aéreos», sin especificar de qué tipo, ya que otros países sí han anunciado su intención de enviar cazas F-35, helicópteros de ataque o incluso soldados sobre el terreno en Polonia.

Estos medios, tal y como recuerda Sánchez, se sumarán a los que España ya tiene desplegados en diferentes misiones de la OTAN en Letonia, Lituania y otros países y «estarán ahí todo el tiempo que haga falta».

Para terminar, Sánchez ha lanzado un mensaje claro y contundente: «Putin no nos va a amedrentar».

El tuit sido publicado apenas unas horas después de que la OTAN anunciara un refuerzo inmediato de sus defensas en Europa del Este, tras la incursión de una veintena de drones rusos en territorio polaco esta misma semana.

Las dudas de Donald Trump

Como representante del ejército estadounidense en Europa, Grynkewich quiso mostrar también el compromiso de su país con la Alianza, algo en lo que también insistió Rutte. “Ha quedado muy claro que Estados Unidos está con nosotros”, afirmó el secretario general, que habló de un compromiso absoluto por parte del presidente Donald Trump. Ahora bien, las palabras de Rutte no parecen ir en línea con las del líder estadounidense, cuya respuesta está siendo, de momento, confusa y tibia.

A su primer mensaje en redes sociales, que nadie ha logrado entender aún, le ha seguido una política de comunicación destinada a hacer pensar que la cosa no ha sido para tanto y que tal vez todo se deba a un error.

Polonia tiene claro que no ha sido así, y Rutte lo verbalizó a preguntas de los periodistas en Bruselas: “Da igual si ha sido intencionado o no: los drones entraron en territorio de la OTAN y es un hecho muy grave”.

Mientras, en la Fox, Trump insistía: “No quiero defender a nadie, pero el caso es que los derribaron”, quitando hierro al asunto. No parece, desde luego, una materia para andarse con interpretaciones contrarias. Nadie en la frontera este de la OTAN duda de que lo que pretendía Putin era probar las aguas.

En otras palabras, se trata de un cálculo de hasta dónde puede llegar y qué le puede pasar. Si Estados Unidos no reacciona de ninguna manera, es decir, si no refuerza su discurso y tampoco aumenta las sanciones, más bien al contrario, dejará entrever una debilidad que el Kremlin sin duda tendrá en cuenta.

¿Recadito a España?

La relación de Trump con la OTAN ha sido volcánica desde su primer mandato, cuando, según su exconsejero de Seguridad Nacional, John Bolton, y su ex jefe del Estado Mayor, el general Mark Milley, llegó a ordenar que Estados Unidos abandonara la Alianza.

Al final, pudieron convencerle de lo contrario, pero el hecho de que ya no le valga el 2% del PIB, sino que haya exigido que todos los países inviertan el 5% en defensa, habla a las claras del sentimiento de agravio que invade a Trump respecto a sus aliados europeos en el apartado económico.

El secretario de Estado y actual Consejero de Seguridad Nacional en funciones, Marco Rubio, calificó en su momento de “histeria” el empeño de la prensa europea en anunciar una posible marcha estadounidense, pero las acciones de esta administración hacen pensar que Europa va a tener que defenderse por sí misma.

En ese sentido, el general Grynkewich no solo alabó a los países componentes de la llamada “coalición de los dispuestos” —independiente en principio de la OTAN como tal—, sino que mandó un mensaje al resto de aliados.

“Espero que todos aporten de la misma manera”, dijo, y es imposible no pensar que se trató de una referencia a Hungría, por su afinidad directa con Rusia, y a España, que ya dijo en su momento que el objetivo del 5% era inviable y solicitó establecer su propio camino.

El desencuentro de esta semana con Estados Unidos tras el anuncio de sanciones a Israel tampoco ayuda a la hora de aumentar la confianza entre ambos países.

Tal vez por eso, Rutte también quiso dejar clara una cosa: “Este plan está concebido para la frontera oriental de Europa, como ya en su momento hicimos algo parecido en el Mar Báltico… pero eso no quiere decir que ningún país esté a salvo. Si la primera línea de defensa cae, la amenaza nos llega a todos”, afirmó solemne el secretario General en su comparecencia pública, sin dejar margen a los paños calientes.



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