Israel escala la crisis con España amagando con boicotear el Mobile de Barcelona por el «antisemitismo» de Sánchez

El Gobierno de Israel profundiza su crisis diplomática con el español a cuenta de las acusaciones de «antisemitismo» vertidas por su primer ministro, Benjamin Netanyahu, contra el presidente Pedro Sánchez. La escalada, amagando con un boicot al Mobile World Congress (MWC) de Barcelona se interpreta como una especie de ataque híbrido, según expertos consultados: «Esto es lo que te puedo hacer».

La iniciativa del ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, ordenando por carta a su número dos, Elad Makdasi, la «cancelación de todos los preparativos» para el pabellón israelí en la edición de 2026 del MWC, es un aviso político del impacto directo en lo económico que podría provocar.

Y es que Jerusalén se muestra como «agredida» por Madrid, en una semana que comenzó con el anuncio solemne de Sánchez de un paquete de nueve medidas para presionar a Netanyahu, y tratar de «parar el genocidio en Gaza».

Esa terminología, el contenido de las medidas y la reiteración del «liderazgo antisemita» de Sánchez han convertido al Gobierno español en un objetivo del israelí. Y calificar los bloqueos comerciales y sanciones de España a una cuestión de «antisemitismo» pretende aglutinar a actores no estatales, sino empresariales con vínculos judíos, a esta especie de frente de respuesta.

En Madrid, el Ejecutivo de Sánchez ha mantenido una línea combinada de prudencia y firmeza institucional.

Por un lado, rechazando «los falsos y calumniosos comentarios vertidos desde la oficina del Primer Ministro de Israel hacia España». Y por otro, convocando a la máxima representante de la Embajada al Ministerio de Exteriores para una reprimenda diplomática.

«Apoyo a Hamás»

El ministro Karhi ordenó cancelar este viernes la participación de su país en el MWC 2026, cuyo pabellón depende de su departamento en el gabinete de coalición israelí. Horas después, y según confirmaron a este diario fuentes del entorno gubernamental de Jerusalén, el titular de Economía, Nir Barkat, paró estos planes.

La posible ausencia israelí en el mayor congreso tecnológico mundial pone en riesgo millones de euros en gasto directo. Pero, sobre todo, amenaza con un mayor perjuicio si compañías como Qualcomm, Google o Intel (con fundadores y CEOs de origen judío) se dieran por concernidos por las acusaciones de «antisemitismo» al Gobierno del país organizador.

Hay que recordar que no sólo es España, sino que la misma ciudad anfitriona, Barcelona, rompió recientemente sus vínculos de hermanamiento con Tel Aviv. El Ayuntamiento aprobó una moción para considerar no grata la participación de Israel en el evento, y a su alcalde, el socialista Jordi Collboni, le fue prohibida la entrada en Israel hace pocas semanas.

La iniciativa de Karhi llegaba apenas 24 horas después del ataque directo de su primer ministro Netanyahu (líder asimismo de su partido, el derechista Likud) contra Sánchez. De ahí que la medida la justificara por la «serie de pasos antiisraelíes» del Gobierno español.

El ministro llegó a acusar a Sánchez de «apoyar a Hamás», el grupo terrorista islamista que masacró y torturó a más de 1.200 israelíes el 7 de octubre de 2023. Y le reprochó que, desde entonces, España haya reconocido a Palestina como Estado en mayo de 2024, y mantenga las acusaciones de «genocidio».

Cuando el ministro de Economía abortó la operación, las fuentes consultadas subrayaron que la amenaza de boicot se queda como un «aviso» a España.

Reprimenda diplomática

Según las fuentes israelíes, Karhi no figura entre los ministros de mayor rango en el gabinete de Netanyahu. Pero esto no concuerda con el hecho de que forma parte del gabinete desde 2022, con una estabilidad en el cargo muy llamativa dentro de uno de los Ejecutivos más inestables de los 80 años de democracia israelí.

De hecho, el Gobierno de Israel está formado por una coalición de siete partidos de derecha, con entradas y salidas de la alianza constantes en estos tres años.

El Ejecutivo funciona casi como un miniparlamento, con 39 miembros en un país donde la Knesset tiene 120 escaños, y la coalición gubernamental suma solo la mitad.

Así, este gesto fue interpretado por los expertos consultados como un ataque híbrido económico de represalia. Algo similar en lo bélico a las acciones militares rusas recientes contra Polonia.

España, por su parte, ya había reaccionado de forma contundente.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, convocó a Dana Erlich, encargada de negocios de la Embajada de Israel en Madrid, para «rechazar tajantemente las calumniosas declaraciones de la oficina del primer ministro de Israel».

Fuentes oficiales declinaron precisar si la reprimenda diplomática incluyó alguna mención al boicot al Mobile.

El mayor evento mundial

El Mobile World Congress de Barcelona reúne cada año a más de 100.000 visitantes y cerca de 2.800 empresas.

La edición de 2025 generó un impacto económico de 561 millones de euros en la ciudad. Es el mayor evento mundial en el sector de las tecnologías y las telecomunicaciones. Y su aportación al prestigio de España, Cataluña y Barcelona es más valorado aún que la meramente financiera.

En su última edición, atrajo a 32 empresas israelíes a través del pabellón oficial. La cifra es similar a las 31 de 2024 y las 29 de 2023, cuando el propio Karhi acudió, orgulloso, a cortar la cinta del pabellón israelí en la ciudad condal.

Pero en realidad, Israel es una potencia mundial de primer orden en el sector tecnológico desde hace décadas. Y en el año 2013, su participación alcanzó las 150 compañías y las 120 en el año 2019, siendo la cuarta delegación más numerosa.

Tras la pandemia, varios países entre ellos Israel, diversificaron en otros eventos similares al MWC su participación en este tipo de ferias.

Por ello, el eventual boicot israelí hoy se traduciría en una pérdida de unos 6,2 millones de euros directos. Es decir, apenas el 1,1% del total de expositores, sin contar las reuniones comerciales ni la contribución de las delegaciones oficiales.

Multinacionales y «antisemitismo»

Pero más allá del impacto económico, el boicot podría arrastrar a grandes multinacionales tecnológicas con líderes de origen judío. Compañías como Intel, Qualcomm o Google tienen fundadores y responsables cuyas decisiones podrían verse influidas por esta crisis del «antisemitismo», negado por el Gobierno de España.

Intel, fundada por Gordon Moore, presentó en la pasada edición soluciones de Inteligencia Artificial y redes privadas 5G.

Qualcomm, impulsada por Irwin Jacobs, mantiene estrechos lazos con Israel a través de proyectos educativos y de innovación. Él y su mujer viajan cada año al país, y son unos de los mayores contribuidores privados a la iniciativa Start-Up Nation, que impulsa el sector.

Google, cofundada por el empresario judío Sergey Brin, exhibió su Pixel 9 Pro y la nueva generación de su asistente Gemini AI.

Además, el peso de Israel en el sector high-tech es notable: en 2024 el 19% del PIB y el 53% de las exportaciones del país provinieron del sector tecnológico. Son cerca de 9.000 empresas dedicadas a la economía TIC en el país, que generan alrededor del 1,3% de los ingresos globales del ramo.

Analistas consultados coinciden en que la amenaza de boicot busca enviar un mensaje de disuasión a Sánchez y a sus socios europeos. En el Gobierno de España se observa la maniobra como un escalón más en la crisis diplomática que se ha agudizado desde octubre de 2023.

El impacto en la cadena de valor tecnológica no se limita al MWC. Proveedores de componentes, empresas de servicios y organismos de investigación colaboran habitualmente en proyectos de 5G, ciberseguridad y computación avanzada.

Fuentes del entorno gubernamental israelí confirman que el empeño de ambos gobiernos por quitarle hierro al episodio demuestra que desde Jerusalén se ha querido enviar un aviso que ha sido entendido en Madrid.

Una vez que el boicot al Mobile ha aparecido sobre la mesa, ya forma parte del arsenal de posibles acciones de represalia si continúan las iniciativas del Gobierno de Sánchez que Netanyahu considera agresivas.

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