Natalia Mateu hizo una inversión de futuro. Algo que la acompaña en su día a día profesional, pero que aplicó en materia fallera. Y los dividendos han sido ser fallera mayor de Quart-Palomar en 2025 y, ahora mismo, entrar en el particular Ibex 73, el de Preseleccionadas. «Al regresar de seis meses en Finlandia me dije que era el momento perfecto en lo profesional, lo personal y lo familiar. Y me presenté a la votación sabiendo que iba a perder, pero que luego ganaría».
Se explica: «había otra candidata que ya se había presentado el año anterior. Y en mi comisión existe la costumbre de que, si te presentas por segunda vez, la gente suele votarte. Sabía que iba a perder porque había otra compañera que se lo había ganado y después me pasó a mi lo mismo». Pero al revés.
El gesto tras escuchar su nombre en la preselección / Fotofilmax
La terminología es financiera porque la inquietud laboral de Natalia Mateu es compleja, pero no cualquier cosa. «Estudié Administración y Dirección de Empresas en Edem. Luego me marché un año a Dublín para estudiar Recursos Humanos, algo que me sirvió además para soltarme más aún en inglés y ahora trabajo como investigadora en el departamento de I+D de un Fondo de Inversión».
En las dos carreras hay Finanzas y Matemáticas Financieras. ¿Es broker? «No llega a serlo. Es ver oportunidades que hay en el mercado. Determinar la legislación si se quiere abrir una Empresa Tecnológica Financiera…».

En la visita a Alicante, con Gran Vía-Garbinet / Falla Quart-Palomar
«La falla que me llamaba»
Ahora defenderá la cotización de Quart-Palomar, comisión que aparece con cierta cadencia en el cuadro de preseleccionadas y también en el de cortesanas. «Mis amigas del colegio desde niña eran de Quart-Palomar y para mí siempre fue «la falla de ir a ver quemar». He salido en la Ofrenda sin ser aún fallera, siempre cruzaba la calle para ir a verla, porque yo vivo casi enfrente, entre Guillem de Castro y la Gran Vía». En definitiva, «era la falla que me llamaba. Necesitaba pertenecer a ellos». Y tras un pequeño paso por Norte-Doctor Zamenhoff «en cuyo grupo de baile también estoy, así como en el de Sargantana», se apuntó «recién iniciada la mayoría de edad». Poco ha tardado pues en ser fallera mayor. «No siendo fallera lo veía una utopía. Siempre lo había visto, lo que es, lo que hacen… esa ilusión de serlo. El «¿Y si sí?»». Y fue que sí. «También participo en el grupo de teatro de la comisión».
Heredó de los López la estatura y de los Mateu la identidad en Dos Aguas. «Toda la familia de mi padre es de allí. El pueblo está lleno de «mateus». Antes, cuando vivían mis «iaios», íbamos más pero siempre me acerco en Pascua y en verano». Si en 2026 no acude menos, o no acude nada, quizá es por una buena noticia fallera. Que contaría en su red: @diaridunafallera.