Isabel García Prieto ha sido reelegida presidenta de la Real Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias de Zamora hasta septiembre de 2030, al obtener un amplio respaldo en los comicios celebrados este viernes en la sede de la calle Quebrantahuesos.
La actual presidenta, en el cargo desde 2012, era la única candidata en unas elecciones a las que concurría ya sin la responsabilidad de la dirección de la Junta Pro Semana Santa. Y pese a ello logró que una cantidad considerable de hermanos y hermanas fuera a votar, ya que se contaron 275 sufragios.
Isabel García ovacionada tras conocerse el amplio respaldo conseguido / Alba Prieto
Y de ellos, naturalmente, la mayoría ha dado su apoyo a Isabel García Prieto, que se hizo con 257 sufragios, mientras 14 hermanos optaban por la papeleta en blanco y cuatro votos eran declarados nulos.
Isabel García recibió una calurosa ovación por parte de las personas presentes en la sede, muchos de ellos directivos de su anterior etapa. La renovada presidenta tuvo palabras para con el duro proceso electoral vivido, por la polémica generada por la impugnación de la candidatura. Dijo sentirse en una «gran familia» y recordó que las puertas de la hermandad siempre han estado abiertas a todos y así seguirá siendo en este nuevo periodo.
Proceso
Unas elecciones con un único candidato suelen denotar un proceso tranquilo, pero en el caso de las elecciones para la presidencia de Nuestra Madre de las Angustias no ha sido así. Y es que al parecer había preparada una candidatura alternativa, con un nombre escrito en una carta que nunca llegó a la comisión electoral. La «carta fantasma» según explicación de su promotor se echó al correo el viernes, pero lo cierto es que nadie vio el resguardo del certificado ni que llegara ningún sobre aunque sea fuera de plazo.

Votaciones en Nuestra Madre. / Alba Prieto / LZA
Así las cosas, la comisión electoral presidida por Javier Lozano proclamó la única candidatura presentada, la de la actual presidenta, Isabel García Prieto. Un hermano, Francisco Iglesias Escudero impugnó el nombre ante el Obispado porque lleva de presidenta desde 2012 cuando los estatutos marcan un máximo de tres mandatos. El Obispado rechazó la alegación porque los plazos deben contar desde que hay nuevos estatutos, en 2019 y, por tanto, García puede presentarse sin problemas.
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