La selección española, sin sus dos mejores jugadores en convocatoria y con la obligación de recomponerse con un equipo de nivel, se juega este fin de semana ante Dinamarca el pase a la Final a 8 de la Copa Davis, con la espectacular pista del Club de Tenis Puente Romano de Marbella como telón de fondo y con Holger Rune como gran amenaza competitiva.
Inevitablemente, es una eliminatoria marcada por las ausencias en clave local. La más evidente es la de Carlos Alcaraz, recién proclamado número 1 del ranking ATP, tras coronarse en el US Open ante Jannik Sinner. Tampoco estará el malagueño Alejandro Davidovich, en la que venía siendo la mejor temporada de su carrera. Ambos han alegado fatiga muscular y mental. También se cayó en los últimos días Marcel Granollers, especialista en dobles y campeón en Roland Garros y Nueva York este año, por una lesión de tobillo.
Munar, líder ‘improvisado’
Así que David Ferrer, forzado por las circunstancias, se ha visto obligado a formar en solo una semana un equipo lo más competitivo posible para sellar esa pase a la final. La selección se encomienda a Jaume Munar, número 37 del ranking, que viene de alcanzar por primera vez en su trayectoria los octavos de final de un Grand Slam -el US Open-. Tanto se aferra la ‘armada española’ al mallorquín que podría disputar hasta tres partidos contra Dinamarca.
A partir de ahí, aparecen otros dos nombres: Pablo Carreño y Pedro Martínez, número 123 y 67, respectivamente. El asturiano, medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio, ha tenido un año muy complicado por las lesiones, pero será el primero en vestirse de rojo para hacer frente a Rune. El valenciano, por su parte, emerge en el cruce de dobles para sumar un nuevo punto junto a Munar como ya hicieran en el pasado. Pese a contar con solo cuatro jugadores, Ferrer no ha incluido a Roberto Carballés en ninguno de los cinco encuentros.
Esa experiencia, el calor de la afición malagueña y el regreso a la tierra son algunos de los factores a los que se aferra la expedición española para buscar un nuevo pase a la final. Alrededor de 4.000 personas empujarán en la pista del Club Puente Romano para conseguir ese billete que certifique el vuelo a Italia, del 17 al 23 de noviembre, para acompañar a los anfitriones y a otras seis selecciones más en la Final a 8 de Bolonia. ¿Con Alcaraz y Davidovich? Primero, Dinamarca.
Rune, la gran amenaza
Porque el combinado danés, capitaneado por Frederik Nielsen, llega a Marbella con el objetivo de dar la sorpresa con Holger Rune como líder indiscutible. Sobre el papel, es el mejor jugador de la eliminatoria, colocado en el puesto número 11 del ranking. Cuenta con cinco títulos en su haber, tres de ellos en tierra batida. Tiene el pedigrí de haber sido uno de los pocos jugadores capaces de derrotar este 2025 a Alcaraz, lo hizo en la final del Conde de Godó, y es el gran peligro.
Holger Rune, campeón del último Conde de Godó, es la gran amenaza. / EFE
Ahora bien, Rune no llega con la confianza por las nubes ni mucho menos porque viene de caer en Nueva York en segunda ronda. Entonces fue en pista dura, ahora regresa a la tierra batida para liderar a un equipo con menos nombre y experiencia que el español: Elmer Moller (113), August Holmgren (176), Christian Sisgaard (509) -no está previsto que juegue en ningún encuentro- y el doblista Johannes Ingildsen.
El pase a la Final a 8 en juego
España viene de ganar en la primera ronda a Suiza por 1-3. Dinamarca se impuso a Serbia, sin Novak Djokovic, pasando de un 0-2 al 3-2 definitivo. Ambas selecciones se han cruzado en el pasado hasta en cinco ocasiones con un balance de 3-2 para los de David Ferrer, aunque la última derrota se la llevaron los escandinavos en 2015 con un contundente 5-0.
La eliminatoria no tiene el caché que podría haber contado con Alcaraz, Davidovich y Granollers en la lista, pero sigue estando en juego la recompensa de la fase final. Marbella ya demostró estar a la altura en el entrenamiento a puerta abierta y volverá a hacerlo este fin de semana en busca de la victoria local. El sábado, a partir de las 12.30 horas, los dos primeros inviduales. El domingo, desde una hora antes, turno para el dobles y los otros dos individuales -el último solo en caso de ser necesario-.