«Esto es lo más grande que tenemos en Telde», aseguraba Loli, del barrio de Lomo Catela, quien heredó de sus abuelos y tíos la devoción por el Santo Cristo de Telde.
Con la iglesia de San Juan Bautista repleta de feligreses y otros tantos en la plaza siguiendo el acto a través de la pantalla gigante instalada en el exterior, por la limitación del aforo en el interior de la basílica, el acto de la Bajada del Cristo se volvió a convertir en uno de los eventos religiosos más emblemáticos de la ciudad. Tras la misa, una decena de portadores del Cristo procedieron a bajar de la hornacina la imagen, de algo más de 1,70 metros y casi siete kilos de peso, con sumo cuidado y con la respiración contenida de las personas presentes.
El sacerdote que presidió la eucaristía, Miguel Lantigua Barrera, recordó que el Santo Cristo «nos congrega como pueblo y como comunidad». Durante el trayecto, desde la altura hasta la urna de metacrilato, la imagen recibió aplausos y vítores por parte de los feligreses llegados desde diferentes municipios de la Isla.
Muchas de las personas que asistieron al acto coincidían en que ver al Santo Cristo en la urna, «parece que le puedas hablar, porque lo sentimos más cerca para rezarle, hacerle peticiones y también agradecerle, porque él hace muchas cosas por la gente que viene a verlo».
Mañana procesión
Loli vino desde Agaete a vivir la experiencia por primera vez en Telde. Desde la puerta de la iglesia y sin quitar la vista de la imagen explicaba que «el mundo está así porque se ha perdido la fe. No hay humanidad ni familia, sin respeto a la gente mayor, y le pido al Cristo de Telde paz y salud. La fe para mí es como una medicina», afirmaba. Alfonso señalaba que «hay que venir a verlo», y se emocionaba cuando recordó cuando su madre lo «traía a rastras» desde muy pequeño. Alfonso dice que en su visita le pide de todo y que cuando se recuperó de su operación de corazón «fue el primer sitio al que vine para agradecérselo».
Juan también vino desde Las Palmas de Gran Canaria, «como todos los años». Lo hace porque le gusta la parroquia de San Juan. La prueba está que este mes de agosto se volvió a comprometer con su mujer en sus bodas de oro. También lo hace porque siente que el Cristo «nos protege». Son muchos los que atribuyen a la talla la cualidad de milagrero. «Es la fe que tú tengas, y si la tienes todo lo que le pidas se va a realizar», aseguró. A partir de hoy, el Cristo de Telde, ya en su trono, se podrá visitar en la iglesia de San Juan. El domingo se celebrará la misa solemne, a las 19.00 horas, que contará con la presencia del obispo José Mazuelos y posteriormente saldrá en procesión escoltado por militares y acompañado por autoridades políticas y civiles.
El domingo, día 23, se celebrará la Subida del Santo Cristo a su hornacina tras la eucaristía, a las 19.30 horas, presidida por el obispo auxiliar Cristóbal Déniz.
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