El ruido es el contaminante que más afecta a los niños: los expertos urgen a limitar el tráfico alrededor de los colegios

Como son más bajitos, están más en contacto con los contaminantes más pesados producidos por el tráfico rodado, más pegados al suelo. Tienen mayor dificultad para expeler las sustancias tóxicas (hasta los cinco o seis años los pulmones no están formados del todo) e inhalan más contaminante por unidad de peso corporal; además de tener un comportamiento social que les lleva a pasar más tiempo en el exterior que los adultos (en el patio de la escuela, haciendo deporte o en el parque). Estas son algunas de las «características especiales» por las que los niños son más susceptibles a la mala calidad del aire, también por su inmadurez (aún no tienen el sistema inmunitario totalmente desarrollado), y que hacen urgente poner el foco en la contaminación de los coches en los entornos escolares, asignatura pendiente en no pocas ciudades.

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