La agenda de Felipe VI y Letizia se elabora siempre con mucho cuidado. La elección de su actividad pública se hace con meticulosidad y sabiendo que las audiencias que organizan en la Zarzuela o su asistencia a determinados actos se miran con lupa. Su presencia en cualquier actividad multiplica exponencialmente la atención de los medios de comunicación y, este jueves, la Reina ha querido que esos focos se pongan sobre el vínculo entre la pornografía, la prostitución y la abolición de la prostitución al asistir al tercer congreso internacional sobre trata de seres humanos, organizado por la Asociación Betania.
Letizia ha llegado pasadas las diez y, durante más de dos horas, ha estado siguiendo varias mesas redondas en las que expertos han analizado la relación de la explotación sexual con la pornografía. «El consumidor abusivo de pornografía cada vez va a necesitar más tiempo y un contenido cada vez más fuerte (…) Y a la hora de la práctica, no le va a decir a su pareja lo que a él le gusta, sino que va a requerir de una mujer prostituida que por 30 euros, y que es pobre, joven, y viene de un país pobre, le va a hacer lo que quiera», ha relatado José Luis García Fernández, doctor en Psicología. García Fernández ha recordado un dato que maneja otro experto en este área, Lluís Ballester, según el cual entre los 14 y los 20 años, el 25% de los adolescentes han visto ya más de 1.000 horas de vídeos porno.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, y la reina Letizia asisten a la tercera edición del congreso sobre trata de seres humanos. / José Oliva – Europa Press
Rosa Cobo, profesora titular de Sociología del Género en la Universidad de A Coruña, ha llamado a «acabar lo antes posible» con la prostitución y ha denunciado que «esta industria» no se habría expandido sin «la complicidad de los estados, porque reporta muchos beneficios». Cobo ha dado la batalla por desterrar la imagen de que hay una «prostitución buena y otra mala» y ha subrayado que el abolicionismo tiene una trascendencia política y ética que lo convierte en una «de las mayores propuestas civilizatorias del siglo XXI».
En el congreso, al que también ha asistido la ministra de Igualdad, Ana Redondo, Letizia ha podido saludar a la monja Milagros García López, directora del Programa Kredita na bo de las Adoratrices en Cabo Verde, una iniciativa que la Reina conoció directamente en ese país, que visitó el pasado mes de marzo. Entre la amplia denuncia del uso que hacen los hombres de las prostitutas, García López también ha destacado que ese país africano es destino también de mujeres europeas que viajan allí para mantener relaciones sexuales con hombres. «Allí está creciendo lo que llaman ‘los niños y las niñas de la Western Union'», ha contado en referencia a la empresa internacional que sirve para mandar dinero de forma rápida de un país a otro. La monja ha dicho que hay familias que prostituyen a sus hijos y reciben «durante todo el año» dinero de los extranjeros que van a Cabo Verde unas semanas para abusar de ellos. «¿Para qué vas a estudiar si viene el blanco y te da dinero?», se ha lamentado denunciando esa práctica.
Los ‘me gusta’ de las redes
La relación sobre las redes sociales y la prostitución también ha sido otra señal de alarma: los ‘me gusta’ se multiplican «enseñando un poco de pecho, medio pezón o un poco de culo», ha afirmado el psicólogo García Fernández. «Si una niña se engancha a esto, el siguiente paso es en Only Fans [una plataforma para adultos que permite a los creadores de contenido monetizar su trabajo]. Haciendo un poquito más ganas mucho más dinero», ha añadido.
La directora de la Asociación Betania, Begoña Arana, ha dicho que tras los dos congresos anteriores, en los que se visibilizó la «problemática» y se intentó generar «compromiso», ahora toca buscar la «acción» ante este drama» y «sensibilizar a la sociedad para que rechace la prostitución y la trata».
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