Los castores están causando destrozos importantes en el arbolado de Zaragoza. El Ayuntamiento asegura que va a realizar una intervención especial dirigida a la protección de ejemplares ubicados cerca de las riberas de los ríos que ya han sufrido daños, más de 70 unidades según sus cálculos. Uno de los más graves, un chopo de gran porte localizado en el Parque de Tenerías, que va a tener que ser retirado por el riesgo de colapso. Se apeará esta semana, por este riesgo causado por el descortezamiento y la pérdida grave de tronco provocados por el castor fiber que, si bien se reintrodujo ilegalmente en los ríos de España, está protegido por normativa europea.
El Servicio de Infraestructura Verde ya se vio obligado en primavera a iniciar actuaciones preventivas y de protección, en ejemplares de diferentes tamaños. Los castores suelen roer con sus incisivos los troncos y sus cortezas para alimentarse o para derribar estos árboles y usarlos en la construcción de sus madrigueras y presas.
El ejemplar de chopo (populus nigra) que será retirado (con número de identificación del inventario municipal 10498), se ha visto afectado por la acción de los castores y ante el “riesgo de colapso en cualquier momento”, según indican en los informes desde la Sección de Conservación de Zonas Verdes y Arbolado.Todo ello, prosiguen los técnicos municipales, “teniendo en cuenta que al estar en una zona de uso lúdico supone un considerable riesgo a los ciudadanos”.
De este modo, se procederá al apeo de dicho chopo que, tras ser inspeccionado por personal técnico, se ha comprobado que ha sido afectado por un castor y presenta características de riesgo como el descortezamiento, la pérdida grave de la sección circular del tronco en la base, un alto riesgo de fractura y una posible dirección de caída hacia la zona de uso ciudadano.
Chopo ubicado en el Parque de Tenerías de Zaragoza que tendrá que ser retirado por el riesgo de colapso. / Ayuntamiento de Zaragoza
Desde hace unos años se ha detectado en las orillas del río Ebro la presencia de castores (castor fiber),que estarían derribando árboles para usarlos en la construcción de sus madrigueras y presas, o bien como alimento. En los últimos meses los daños producidos por este roedor se han localizado en el arbolado de ambas márgenes de la ribera del Ebro y sus afluentes, con más de 70 ejemplares afectados, sobre todo en el tramo comprendido desde el Azud del Ebro hasta el Club Náutico y en el Balcón de San Lázaro, y se han visto incrementados con especial relevancia en el entorno de este último.
Este hecho además de la pérdida del arbolado, provoca un riesgo de caída que puede afectar a los usuarios de los andadores próximos al río Ebro. No obstante, los daños de este mamífero también se observan en ejemplares de las riberas del Huerva y Gállego, siendo fácilmente visibles en los entornos más urbanos de los ríos.
Por ello, desde marzo de este año, el área de Medio Ambiente y Movilidad ha emprendido, con medios propios y a través del contrato de mantenimiento de montes y riberas, una actuación coordinada por la Unidad de Conservación del Medio Natural para proteger determinados árboles de la ribera del Ebro mediante la colocación de malla metálica con el objetivo de protegerlos de los daños provocados por el castor. Esta actuación preventiva se inició en la margen izquierda del Ebro, en el entorno del Blacón de San Lázaro, que es una de las zonas más afectadas
El castor fiber o castor europeo es, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, una especie nativa de España, que se extinguió por causas antrópicas y cuya presencia actual es consecuencia de una reintroducción ilegal. A pesar de ello, la normativa comunitaria obliga a su protección. Se trata de un roedor herbívoro semiacuático cuya dieta principal está compuesta por tallos, ramas, y cortezas de árbol, así como con menor frecuencia, de algunas plantas acuáticas. Su alimentación varía en función del tipo de hábitat donde se establece. En los sotos más urbanos del municipio de Zaragoza tiene preferencia por el álamo y el chopo negro, pudiendo también formar parte de su dieta el sauce, el fresno y el olmo, entre otros.
El castor, prefiere tallos y ramas jóvenes, pero también afecta a árboles de mayor tamaño. Corta los árboles con sus dientes y se come la corteza del tronco. Luego lo despieza y las ramas las transporta a la orilla del río donde se alimenta de las hojas y cortezas o bien se las lleva a la madriguera.
Nuevas plantaciones
El Ayuntamiento de Zaragoza cuenta con un Plan de Reposición de Arbolado Urbano, que a lo largo de 2025 plantará más de 1.700 árboles en los diferentes distritos y barrios de la ciudad. Su objetivo es cubrir no solo las bajas que se producen de manera inevitable, sino que la renovación utilice criterios actuales y racionales en cuanto a tipo de arbolado, disposición, creación de nuevos espacios de sombra, etcétera, que ofrezcan, además, mayores posibilidades de durabilidad a largo plazo. La primera fase de plantación se realizó entre enero y marzo, mientras que está prevista una segunda entre los meses de octubre y diciembre.
El procedimiento comienza analizando el alcorque, para determinar si se debe o no volver a plantar en esa ubicación, con la misma especie u otra, por tratarse de especies exóticas invasoras o no ser la más adecuada por el tamaño en estado adulto del ejemplar. Para la elección de las especies se tiene en cuenta que sean especies adaptadas al clima semiárido de Zaragoza, diversificando esta selección para aumentar la resiliencia del ecosistema urbano.
Por otro lado, se implementan mejoras en los suelos de plantación para optimizar la infiltración y la calidad del sustrato y optimizar la retención de agua, aspectos que favorecen el éxito de la plantación. Todo ello, alineado con la Estrategia de la Unión Europea sobre Biodiversidad para 2030 y el Reglamento Europeo de Restauración de la Naturaleza, aprobado en 2024.
Esta actuación se complementa con el programa Adapta tu patio, que este verano está realizando trabajos de naturalización en los CEIP Marcos Frechín, Emilio Moreno Calvete y Joaquín Costa, a los que se unirán el CEIP Domingo Miral y CEE Alborada este invierno. La iniciativa, que comenzó el año pasado en dos centros, cuenta con un presupuesto total de 250.000 euros.
En cada colegio se actúa según sus necesidades, con la plantación de árboles como elemento de común. En algunos centros se complementa además con la retirada de hormigón en diferentes zonas o la creación de pérgolas, que aumenten la sensación de frescor.
Además, el Ayuntamiento está impulsando un nuevo contrato de mantenimiento de zonas verdes y elementos vegetales de los centros educativos, que se encargará de acciones como la poda del arbolado, la siega de zonas verdes o el mantenimiento de infraestructuras como las pérgolas o los sistemas de riego.
 
                