El asesinato del activista y organizador ultraconservador Charlie Kirk este miércoles ha conmocionado a Estados Unidos, pero el trauma y la falta de un sospechoso detenido no han evitado que se disparen inmediatamente las tensiones y divisiones políticas e ideológicas. Esa fractura ante el enésimo episodio de violencia política se ha evidenciado desde el Despacho Oval, donde el presidente, Donald Trump, ha grabado un vídeo de cuatro minutos compartido en redes sociales donde ha vinculado la retórica de la “izquierda radical” con el asesinato de su importante aliado y también ha elevado sus amenazas.
“Durante años la izquierda radical ha comparado a maravillosos estadounidenses como Charlie a nazis y a los peores criminales y asesinos de masas del mundo. Este tipo de retórica es directamente responsable del terrorismo que estamos viendo en nuestro país hoy y debe frenarse inmediatamente”, ha dicho Trump, que justo antes había declarado: “Es hora de que los estadounidenses y los medios confronten el hecho de que la violencia y el asesinato son la consecuencia trágica de demonizar a aquellos con los que estás en desacuerdo día tras días, año tras año, de la forma más odiosa y despreciable”.
Sin sospechoso detenido
A la hora a la que se grababa y colgaba el vídeo el autor de los disparos no había sido arrestado y no había información oficial pública ni sobre su identidad ni sobre su posible motivación. Eso no ha impedido que Trump realizara un discurso de fuerte contenido partidista, donde ha conectado el asesinato de Kirk con otros elementos de la agenda política que ha estado aplicando en su segundo mandato.
“Mi administración encontrará a todos los que han contribuido a esta atrocidad y a otra violencia política, incluyendo las organizaciones que la financian y apoyan, así como quienes persiguen a nuestros jueces, a agentes de la ley y a cualquiera que hace que haya orden en nuestro país”, ha dicho el mandatario. Son palabras que llegan conforme agentes federales llevan meses intensificando las detenciones de inmigrantes y cuando el presidente ha ordenado ya desplegar tropas en Los Ángeles y en Washington DC. También ha sugerido, por ejemplo, que se detenga e impute a George Soros y su hijo por, supuestamente, organizar manifestaciones.
Trump ha mencionado a continuación varios episodios recientes de esa violencia política y ha citado el atentado frustrado en su contra el año pasado en un mitin, “ataques contra agentes de ICE” (la policía de inmigración) o el asesinato en Nueva York del directivo de una aseguradora a manos de Luigi Mangione. También ha incluido en su repaso un tiroteo en 2017 contra congresistas republicanos en un partido de béisbol donde resultó heridos, entre otros, el actual número 2 de los conservadores en la Cámara Baja.
El mandatario no ha incluido en su repaso ningún caso de violencia política contra los demócratas, ni recientes como el ataque en junio en Minnesota donde fue asesinada una congresista y herido otro ni más lejanos, como el ataque en 2022 al esposo de la expresidenta de la Cámara Baja Nancy Pelosi. Y lo que ha hecho es añadir una frase a su listado diciendo que “la violencia de la izquierda radical ha dañado a demasiados inocentes y se ha cobrado demasiadas vidas”.
«Momento oscuro para EEUU»
Trump se declaraba “lleno de pena y rabia” y hablaba de un “momento oscuro para EEUU”. Su discurso no permitía tener muchas esperanzas de que esa oscuridad vaya a disiparse pronto, o de que las tensiones y las divisiones vayan a relajarse en los próximos días.
El mandatario ensalzaba también como “un mártir por la verdad y la libertad” a Kirk, un buen orador alabado por su capacidad para debatir pero también controvertido por declaraciones xenófobas, racistas, homófobas y antisemitas. Y el presidente urgía a los estadounidenses “a comprometerse con los valores estadounidenses por los que Charlie Kirk vivió y murió: los valores de libertad de expresión, ciudadanía, estado de derecho, devoción patriótica y amor a Dios”.
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