Han pasado ya casi cuatro años desde que José Luis Gil, inolvidable Enrique Pastor en ‘La que se avecina’, viera su vida truncada por un ictus isquémico en noviembre de 2021. Desde entonces, el actor permanece alejado de los focos, centrado en una lenta recuperación que ha contado con el apoyo incondicional de su familia. Este miércoles, su hija menor, Irene Gil, ha dado el paso de acudir por primera vez a televisión, sentándose junto a Sonsoles Ónega en el magacín vespertino de Antena 3 para relatar cómo se encuentra su padre.
Irene recordó aquel día como un punto de no retorno: “Recuerdo despertarme con la llamada de mi madre y todo tu mundo cambia. A partir de ahí ya nada es igual. Los médicos fueron demoledores. Nadie te dice nada firme, y a día de hoy sigue siendo todo incertidumbre”, confesó. Esa incertidumbre, asegura, acompaña todavía a la familia en el proceso de recuperación.
El mayor obstáculo al que se enfrenta Gil es la afasia, la secuela que le impide comunicarse con normalidad. “Él sabe lo que pasa perfectamente, y saber que quieres hacer cosas y decir algo y no puedes… Se enfadó con el mundo”, explicó su hija, subrayando lo duro que resulta para alguien cuya carrera se ha basado en la palabra. Pese a ello, la familia intenta mantener la normalidad y aprender a facilitarle el día a día: “El que más sufre es quien lo padece. Nosotros tenemos que aprender a ponérselo fácil”.
Preguntada por la posibilidad de que su padre regrese a la interpretación, Irene mostró cautela y sinceridad: “Hay días que pienso que mi padre no va a volver a trabajar, pero todo es incertidumbre. Esto hay que tomárselo con calma y sabiendo lo que supone para la persona”.
Antes de despedirse, quiso lanzar un mensaje a quienes reclaman información sobre la evolución del intérprete: “No es que no quiera contar nada, es que yo no sé nada”, afirmó con franqueza. Eso sí, aprovechó para agradecer el cariño recibido de compañeros y amigos de profesión, en especial de los hermanos Alberto y Laura Caballero, productores de ‘La que se avecina’, que no han dejado de preocuparse por él desde que sufrió el ictus.