Las discusiones son parte natural de cualquier relación, pero lo que realmente marca la diferencia es lo que hacemos después

Es completamente normal tener discusiones en cualquiera de las relaciones que tengamos. Ya sea en una relación familiar, de pareja o incluso de amistad, la confianza nos hace exteriorizar algunos aspectos que nos pueden parecer incómodos y mostrarlo puede crear un conflicto. Eso sí, existen algunos aspectos en las relaciones de pareja que no hay que dejar pasar por alto nunca porque podrían tener serias consecuencias.

Fátima Gallardo, terapeuta de pareja que comparte sus consejos a través de su perfil oficial de Instagram, comentó algunos consejos principales para volver a la normalidad tras una discusión en una relación amorosa: «La reparación del daño emocional es fundamental porque no reparar solo deja cicatrices emocionales que con el tiempo se acumulan».


Las discusiones son lógicas en una pareja, aunque nunca habría que dejar pasar por alto algunos aspectos importantes tras estos enfados

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Muchas veces queremos olvidar el mal momento y pasar página de forma rápida y sin parar a pensar el posible daño real que han podido causar nuestras palabras o actos, así que es necesario seguir algunos pasos a modo de volver realmente a un punto en el que ambos se sientan bien.

Es difícil que ambos miembros de la relación queden contentos tras una discusión, normalmente siempre hay uno de los dos que siente que tenía más la razón o que queda más satisfecho de desfogarse. Estos comportamientos lo único que crean es una mella que a la larga puede ser perjudicial.

Primeramente, Fátima Gallardo indicól que tras una discusión es necesario «reconocer el impacto de nuestras palabras», es decir, no pedir disculpas y seguir adelante, sino «reconocer el daño causado y la necesidad de cerrar esa herida».

Es esencial también «hablar desde los sentimientos». Esto nos humaniza y ayuda a crecer en la relación. Es más importante explicar cuándo o qué hecho nos hizo daño que no atacar a nuestra pareja, por ejemplo con un «tú siempre…»


Tras ello, es primordial trabajar para «restaurar la conexión emocional», y Gallardo apuntó que la mejor forma a veces puede ser un gesto de afecto como un abrazo, pues «puede ser más poderoso que mil palabras», relata.

Por último, pero no por ello menos importante, «pedir perdón», ese ese aspecto que a tantas personas les cuesta llevar a cabo. Pedir perdón no es un acto de que nos denigre, es una forma de «reconocer que hemos hecho daño a nuestra pareja» sin estar asimilando que ella tenga razón.

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Gallardo termina recordando que es esencial un «compromiso para el futuro para no volver a caer en las mismas dinámicas destructivas porque la relación no se destruye por las discusiones. Lo que realmente la pone a prueba es la habilidad para repararla», sentenció.



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