La actual ley educativa, que entró en vigor en 2022, quiso poner coto a la repetición de curso, cuya tasa en España siempre ha sido más elevada que en los países de su entorno. La organización económica OCDE ha publicado este martes una nueva edición del estudio ‘Panorama de la educación’, la cual, a diferencia de Pisa, no basa sus resultados en una prueba específica a los escolares sino que se trata de un compendio de estadísticas internacionales. El porcentaje de los estudiantes que repiten algún curso en ESO ha bajado, pero sigue triplicando la media europea. España tampoco sale especialmente bien parada en el porcentaje de jóvenes entre 25 y 34 años que se limitan a tener la ESO y no han ido más allá en su formación académica. En lo que sí destaca España es el número de universitarios.
Estos son algunos de los datos más destacados del estudio.
El porcentaje de repetidores en ESO, por fin, ha bajado: estaba en el 10% y ahora, en el 7%. A pesar del descenso, la cifra sigue siendo muy alta y casi triplica la media de la UE (2,3%) y la OCDE (2,5%). El porcentaje español está muy alejado del de Francia (1,1%), Italia 1,6%) y Alemania (2,5%) y se acerca peligrosamente al de Colombia (10%). Aunque el informe de la OCDE no incluye datos autonómicos, las estadísticas del Ministerio de Educación confirman que Catalunya es, con diferencia, el territorio español con un menor porcentaje de repetidores en ESO, un 2,7%.
Los técnicos del organismo internacional destacan lo que muchos especialistas en educación vienen diciendo desde hace tiempo: la efectividad de la repetición está en duda. “Los estudiantes que repiten curso tienden a obtener peores resultados académicos, desarrollar actitudes más negativas hacia la escuela a los 15 años y tienen menos probabilidades de alcanzar una titulación superior. Además, castiga especialmente a los estudiantes socialmente desfavorecidos”, concluye el estudio.
En primaria, mientras, los porcentajes de repetición no son tan alarmantes. De hecho, España ha mostrado una evolución destacada. En 2015, superaba en 0,8 puntos porcentuales la media de la OCDE y en 1,0 puntos la de la UE. Ahora, la situación se ha invertido: la tasa de repetición se sitúa en 1,1%, la misma que la de la UE (igual que Francia) y por debajo de la OCDE (1,4%).
El estudio recuerda que en muchos países nórdicos, la repetición de curso apenas existe. Sistemas como los de Finlandia o Suecia permiten la promoción automática al siguiente grado al finalizar el año escolar, tanto en primaria como en secundaria, con independencia del rendimiento académico. Aunque legalmente es posible repetir curso, en la práctica apenas se recurre a esta medida. En su lugar, se ofrece apoyo pedagógico adicional, como escuelas de verano o tutorías complementarias para ayudar al alumnado con dificultades sin necesidad de repetir.
Conseguir un nivel educativo más alto se relaciona no solo con mejores empleos y sueldos sino con un mejor estado de salud, también mental. Entre la población adulta (de 25 a 64 años), España supera la proporción de personas con educación superior (universitaria o FP superior): 42,3% frente al 41,9% de la OCDE y el 38,6% de la UE. Sin embargo, el porcentaje de personas que se han limitado a tener la ESO y no han continuado estudiando es considerablemente mayor: 34,7% frente al 18,5% de la OCDE y el 15,5% de la UE. La cifra española es notablemente más elevada que la que tienen países de nuestro entorno, como Francia (16,1%) y Alemania (15,9%). Italia, con un 32,7%, se acerca mientras que Portugal nos supera (38,5%).
La situación es distinta, sin embargo, entre la población más joven. Entre los que tienen 25 y 34 años, el porcentaje de personas que se han limitado a tener la ESO y no han ido más allá en su formación académica es del 24,2%, un porcentaje que dobla al de la OCDE (12,7%) y UE (11,4%). Mientras, más de la mitad de la población joven de 25 a 34 años cuenta con una titulación de educación superior (53%), un valor superior a las medias de la OCDE (48,4%) y de la UE (45,4%). Desde 2019, el porcentaje de titulados en este nivel educativo ha aumentado en España del 46,5% al 53,%. Los países con mayor proporción de jóvenes con educación superior son Japón, Reino Unido, Noruega e Irlanda, todos ellos con valores superiores al 59%.
El nivel educativo sigue estando estrechamente vinculado al de los progenitores. En el caso de España, tres de cada cuatro jóvenes de 25 a 34 años con al menos un progenitor con estudios superiores han logrado completar también ese nivel. Sin embargo, el 30% de los jóvenes cuya madre o padre no terminaron bachillerato o FP de grado medio han logrado titularse en la universidad o en un ciclo de FP superior. Este porcentaje, que puede considerarse una medida del ascensor social, se sitúa por encima de la media de la OCDE (26%).
Las personas con titulación superior ganan en España casi un 50% más que aquellas con estudios de bachillerato o FP de grado medio. Quienes solo han completado la formación obligatoria (hasta 4º de ESO) perciben un 18% menos.
En educación superior, España, junto con Finlandia, Países Bajos y Portugal, registra una de las tasas de abandono más reducidas, con solo un 14% del alumnado ni graduado ni matriculado en educación superior un año después del final teórico del grado, un punto porcentual menos que Noruega y Reino Unido, y por debajo de las medias de la OCDE (21%) y de la UE (24%).
En educación superior, el alumnado internacional ha pasado del 2,9% al 4,3% pero el porcentaje sigue estando por debajo de las medias de la OCDE (7,4%) y la UE (8,4%). Entre los países que han registrado un mayor incremento está Reino Unido (del 17,5% al 23,4%), consolidándose como un destino prioritario dado que muchos alumnos tienen por objetivo perfeccionar el inglés, básico para el mercado laboral. En España, 47% del alumnado internacional procede de Latinoamérica y el Caribe mientras que los de países europeos representan un 34%. Mucho menor peso tienen los procedentes de África y Asia (7% y 10%).
En España, el 17,6% de las personas jóvenes entre 18 y 24 años están desempleadas o no participa en actividades de formación (los conocidos como ninis, que la UE son casi el 13%). Sin embargo, más de la mitad (52%) se dedica a la búsqueda activa de empleo y el resto es población inactiva (ni estudian ni trabajan ni buscan trabajo). Los países con mayor proporción de ninis son México (18,9%), Chile (19,8%), Brasil (24,0%) y Colombia (27,4%). En el extremo contrario se sitúan Alemania, Irlanda, Noruega, Países Bajos y Suecia, con proporciones que están por debajo del 10%.