El 51% de los hosteleros españoles consideran que la campaña de verano de este 2025 arroja un balance peor que la anterior, según revela una encuesta realizada por Hostelería de España hecha pública este martes. El informe evidencia que un 47,3% de los hosteleros ha constatado una disminución en el número de visitantes, a la par que sube el porcentaje de negocios que han observado una caída del gasto (57,7%).
De acuerdo con datos del INE, la temporada de verano comenzó con un incremento del 2,8% en la facturación de bares y restaurantes en junio respecto al año anterior, aunque en términos de rentabilidad supuso una caída de un 1,2%. La evolución media en los meses de julio y agosto para la mitad de los encuestados fue hasta un 10% inferior a la de 2024, mientras que un 11% la considera igual. En el lado contrario, un 31% constata un incremento de hasta un 10%.
El análisis indica que, en general, agosto ha mostrado un comportamiento «más favorable» que julio, con un 48,2% de los encuestados que resaltan una mayor afluencia de visitantes, aunque en ambos meses ha habido una moderación en el gasto. «La contención del gasto se ha notado especialmente entre los clientes habituales y el turismo nacional. En contraste, el gasto de los turistas extranjeros ha aumentado, especialmente en el alojamiento, donde en el mes de julio realizó un gasto un 8,6% superior, mientras que en manutención la subida fue de un 3,6% respecto a la del mismo mes del año anterior», apunta la entidad nacional.
La asociación anota asimismo que el ritmo de crecimiento del turismo internacional se ralentiza, ya que el aumento es inferior al año pasado, y remarca que la salida de españoles al extranjero ha sido «muy importante» este verano y esta circunstancia «resta ocasiones de consumo» en el tramo de vacaciones que disfrutan en España. Igualmente, sostiene que el crecimiento en la utilización de la vivienda de uso turístico «reduce ciertas ocasiones de consumo» en restauración. «El incremento de costes y precios reduce el poder adquisitivo de la población, retrayendo su consumo. La rentabilidad de los establecimientos está mermada por el incremento de costes de las materias primas», expresa la entidad.
Mejor los alojamientos que los restaurantes
El estudio remarca que las actividades de alojamiento han mostrado un comportamiento «más sólido y dinámico» que las de restauración (un negocio que depende «en gran medida» del gasto espontáneo y diario), especialmente en destinos turísticos consolidados, un mejor desempeño que se ha reflejado en «mayores niveles de ocupación» y «una recuperación más estable de la demanda internacional». No obstante, en todos ellos se muestra un menor gasto.
Hostelería de España afirma que la incertidumbre general «está reduciendo la propensión al consumo de las familias» y «eleva a máximos los niveles de ahorro» en España. Otras conclusiones del análisis son que la fiscalidad «merma capacidad de compra de las familias», la desestacionalización y el incremento de la actividad turística en otras épocas del año restan «en cierto modo» días de vacaciones al verano, y las olas de calor, así como las altas temperaturas, «no ayudan al consumo en las terrazas».
Las perspectivas de Hostelería de España para el último trimestre del año apuntan a una tendencia a la baja, influida por la contención del gasto observada durante el verano y por una moderación en el ritmo de crecimiento. Para el cierre del año, la entidad nacional espera una estabilización, con un crecimiento «más moderado» que en 2024, en torno al 3% y 4%, aunque en términos de rentabilidad «podría ser inferior». La encuesta subraya que un 32% de los hosteleros prevé una facturación anual similar a la de 2024 y un 53% estima que será inferior.