lluvia de 200.000 pétalos para la patrona

Teror fue este lunes, desde primera hora de la mañana, el hogar de los devotos de la Virgen del Pino. La calle Real de la Plaza y, por supuesto, la emblemática Plaza del Pino, estaban completamente abarrotadas de peregrinos que, como cada 8 de septiembre, acudían con fervor a la Basílica del municipio para acompañar, ver y adorar a la patrona en su día grande. El pueblo amaneció cubierto por una ligera capa de niebla y con algún que otro chubasco que parecía querer empañar la jornada, pero la esperanza y la fe de los asistentes pronto se vieron recompensadas. Todo apuntaba a que la Virgen, al salir de su templo, no podría contemplar los rayos del sol. Sin embargo, de manera casi milagrosa, las nubes desaparecieron y el cielo de Teror empezó a combinarse con el color del manto de la patrona.

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