La grandeza de Santi Cazorla (Lugo de Llanera, 1984) está en su sencillez, en cómo atiende a los aficionados en El Requexón, en esa naturalidad con la que les sonríe y en la cercanía con la que les responde. Es feliz en un Oviedo de Primera. No hay más que verlo.
¿Cómo se encuentra en este inicio de temporada?
Bien, bien. Contento. Después de la primera victoria, el equipo está un poco más liberado.
¿Qué importancia da a esa primera victoria ante la Real Sociedad en el Tartiere?
Permitió que la semana fuera un poco más tranquila, con un poco más de alivio. Queda muchísimo por delante, pero conseguir la primera victoria, sobre todo con nuestra gente, era algo que queríamos y que era fundamental. Para conseguir la permanencia la clave va a ser hacerse fuerte con nuestra gente.
Tras la euforia del ascenso, da la sensación de que la gente se va dando cuenta de lo difícil que es competir en Primera.
Sí, ahora está la gran complicación de mantenerse. Cuesta mucho subir, el club ha hecho un gran esfuerzo para poder estar donde se merece, que es en Primera, y ahora queremos mantenernos, asentarnos en esta categoría, y para eso hay que hacer las cosas muy bien.
¿Qué sensaciones le ha transmitido el equipo en este inicio?
Buenas sensaciones. El equipo ha competido bien en los tres partidos. En Villarreal nos condicionó muchísimo esa expulsión en la primera parte; contra el Real Madrid, hasta el 0-2 el equipo estuvo en todo momento metido en el partido ante un gran rival y en el último, contra la Real Sociedad, aparte de los tres puntos, creo que la gente salió contenta de lo que vio: un equipo que compite, que se deja la vida y da todo por la camiseta. Eso es lo mínimo que tenemos que hacer en esta categoría.
La afición esperaba grandes nombres. ¿Se valora el equipo que se ha hecho?
Todos estábamos esperando el cierre del mercado, a ver si venía el último fichaje para reforzar un poco alguna posición, pero el club ha hecho grandes esfuerzos y sobre todo ha venido gente a última hora que hay que darle un poco de tiempo, que han estado prácticamente dos días, han ido ahora con la selección, tienen que volver e ir aclimatándose a lo que quiere el entrenador y a cómo es el grupo. Hay que ayudarles a que se integren lo antes posible, porque al final son jugadores que nos tienen que dar ese plus para poder competir en Primera. Hay una plantilla competitiva en todos los aspectos y un buen grupo sobre todo. Lo más importante es que haya un grupo humano bueno.
Santi Cazorla durante la conversación con LA NUEVA ESPAÑA / Mario Canteli
¿Cómo ha afrontado el grupo la tensión que se vivió entre Hassan y el entrenador a raíz de su suplencia ante la Real Sociedad? ¿Le toco lidiar en este asunto?
Tengo experiencia en esto, he vivido capítulos o episodios parecidos. Lo importante es que no vaya a más de lo que pasó en ese momento. El primero en darse cuenta de que se equivocó fue Hassan y eso también habla bien del grupo y de él, sabemos que por encima de cualquiera está lo colectivo. Esto al final nos hace más fuertes, hay que pasar página, el ambiente es buenísimo y son cosas que pasan en el fútbol. No hay ningún problema
Paunovic parece alguien serio, al que no le gustan situaciones así.
Tiene mucho carácter, ya lo tenía cuando era futbolista y lo tiene como entrenador. Estos pequeños detalles no nos pueden distraer, la clave y la base fundamental si queremos conseguir el objetivo es que el grupo esté unido y Veljko quiere tener cuidados esos detalles. Fue una buena gestión de grupo la que se hizo. Hay que salir reforzados de todas las situaciones.
¿Cómo está viviendo su regreso a la Primera División española?
Disfrutándolo mucho, estoy en el final de mi carrera y vivirlo en el equipo de mi vida, de mi ciudad, el haber ascendido… Quiero poner el colofón y para mí lo más importante es que el equipo se mantenga en Primera muchísimos años porque creo que como club y como afición se lo merecen.
¿Se acostumbra a que le aplaudan en todos los campos?
Ya me pasó en Segunda, allá donde iba recibía muestras de cariño. Voy a vivirlo ahora en Primera, he ido a estadios como fue el de la Cerámica que para mí es muy especial porque pasé ahí nueve años maravillosos y el recibimiento que tuve fue algo muy bonito a nivel personal. Pero, sobre todo, lo que me importa es seguir compitiendo y seguir aportando al club por encima de los recibimientos y el cariño que recibo allá donde voy.
En los dos primeros partidos apenas jugó, pero ante la Real tuvo media hora . ¿Se encontró bien?
Sí, sí, sí, es verdad que me estaba faltando un poco el tener minutos compitiendo porque al final en Villarreal entré los últimos cinco minutos y con el Real Madrid prácticamente en el descuento. Eso hace que pierdas un poco el gen competitivo que tienen los que juegan y con la Real la verdad es que me encontré bien el tiempo que estuve. En el día a día me intento esforzar para cuando me toque jugar estar lo mejor posible y al mejor nivel.
A lo largo de su carrera ha tenido lesiones graves, momentos muy duros. ¿Esta recta final tan dulce lo mitiga?
Sí, parece como que me lo están devolviendo todo ahora, sobre todo aquel año y medio o dos años de calvario con el tobillo. Si me llegan a decir que mi final iba a ser este, pues hubiera firmado el haber tenido esta lesión porque lo que estoy viviendo ahora supera con creces lo que había soñado desde niño. Por eso lo estoy disfrutando muchísimo, porque cuando te ves prácticamente fuera del fútbol por una lesión y vuelves disfrutas mucho más los pequeños detalles, sobre todo cuando son en tu casa.
¿Ha sido el ascenso su mejor momento como futbolista?
Lo más importante, lo pongo a la altura de las Eurocopas, pero a nivel personal es incluso más especial para mí. Ganar dos Eurocopas como gané, ganar títulos con el Arsenal o jugar Champions con el Villarreal o con el Málaga son cosas que me quedan marcadas, pero al final el sentimiento que tiene uno en casa es diferente porque es el sueño que tenía de niño. A nivel personal lo más especial que he vivido en el mundo del fútbol es subir con mi equipo a Primera División.
Es el Día de Asturias y juega con el Oviedo en Primera. ¿Puede pedir algo más?
No, la verdad es que soy un privilegiado por vivir lo que me está tocando vivir. Es el sueño de muchísima gente, volver a casa, retirarte en tu ciudad, vivir lo que estoy viviendo, recibir el cariño de toda una ciudad, que para mí es algo que es imposible devolver, por eso lo único que intento es ayudar a este club para que el día de mañana sea un poco más grande y estar a la altura de las circunstancias.
Está cumpliendo todos los objetivos que se marcó al venir.
Lo que ha pasado está muy por encima de las expectativas que tenía, era un sueño vestir esta camiseta y ayudar a este equipo a estar en Primera, algo que sabíamos que era muy difícil después de 24 años. Haber sido partícipe y ser uno de esos privilegiados que el día de mañana serán recordados por haber subido con el Oviedo era algo que yo soñaba antes de venir y que por suerte he podido cumplir.
En lo personal, a su edad, en cuanto a cuidados, ¿qué supone competir en Primera División?
Tengo 40 años, no tengo 25 como tienen mis compañeros, cuando yo tenía 25 veía a muchos veteranos que hacían un trabajo diferente al mío y muchas veces les preguntaba: «¿por qué te tratas tanto?, ¿por qué te quedas hasta el final?». Es importante la alimentación porque cuando vas cumpliendo años el mínimo detalle marca diferencias. Intento cuidar todos los detalles, el descanso, la alimentación, quedarme en el gimnasio, tratarme, hacer todo tipo de tratamientos fuera del club también. Son detalles que ayudan a estar lo más cerca del nivel que tienen mis compañeros. Eso requiere de muchísimas horas y de prácticamente estar 24 horas pensando en llegar al fin de semana lo mejor posible.
Y no poder comer lo que le apetezca en el Día de Asturias.
Por supuesto, la alimentación la cuido muchísimo. Ya me gustaría comer más cachopos y más fabadas, pero ya tendré tiempo.
Transmite la sensación de que disfruta mucho de Asturias.
Es que yo siempre me he sentido muy asturiano, he estado prácticamente 20 años fuera y nunca he sentido el arraigo que siento al venir a mi tierra. Ahora que por suerte vuelvo después de 20 años disfruto muchísimo más de esas pequeñas cosas que antes no tenía. Siempre he intentado llevar Asturias allá donde he estado y dejarla lo mejor posible. Todo el que viene a Asturias se enamora, siempre he sido un abanderado de mi tierra y he intentado estar a la altura de este sitio tan maravilloso que tenemos.
¿Siente que el ascenso del Oviedo ha cambiado a la ciudad?
Es importante para todos, no solo para el club y a nivel futbolístico, sino para la ciudad. Creo que va a haber un cambio importante, que en lo económico también se va a notar, porque al final la Primera mueve muchas más cosas que Segunda, como es normal. Va a ser muy bonito, por eso también hay que mantenerse, porque creo que vamos a enriquecernos en todos los sentidos estando en Primera.
¿Hay más autoestima?
Sí, porque al final siempre han estado comiendo, entre comillas, barro. Han estado en las peores y poder ver al Real Madrid aquí era algo impensable unos años atrás. Antes parecía que todos íbamos un poco agachados por la historia reciente que teníamos y ahora al verte con los mejores como que te liberas y sacas un poco el pecho para adelante. Tampoco hay que sacarlo mucho porque al final luego te lo vuelven a meter para adentro, pero yo les digo que lo disfruten porque han sufrido mucho y se merecen vivir este momento.
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