En Canarias tenemos un problema de expectativas no satisfechas

El ‘decreto canario’ que le propuso a Pedro Sánchez está en cocina. Visto lo ocurrido con la reforma de la Ley de extranjería, supongo que no tiene usted la certeza de que el PP vaya a apoyarlo en las Cortes.

No tengo ninguna certidumbre, porque decir que alguien tiene la certidumbre de lo que va a ocurrir en el Congreso de los Diputados…

Y menos en estos tiempos.

La política española se ha instalado en lo absurdo. Cuando pierdes la referencia y la objetividad, cuando pierdes de vista ese principio de que las cosas buenas para la ciudadanía hay que apoyarlas y las que creas que son malas, pues tratar de mejorarlas o no apoyarlas, puede ocurrir cualquier cosa. Pero siempre digo eso de ‘que me cojan con la tarea hecha’. Es lo que siempre hemos hecho, los éxitos de Canarias se han conseguido así. Estamos lejos, siempre tenemos el ‘no’ por delante, todo es difícil… Pero nos arremangamos, buscamos la unidad, hacemos el esfuerzo y si tenemos que peregrinar, como con el decreto de la Ley de extranjería, pues lo hacemos. A priori, por un ejercicio de coherencia, lo razonable es que los dos grandes partidos [PP y PSOE], que firmaron la agenda canaria, apoyen el decreto.

¿Se ha deteriorado su buena relación con Núñez Feijóo?

La etapa de los menores fue dura, y sí puedo decirle que las relaciones con el Partido Popular nacional sí se han visto tocadas y deterioradas, pero intento no cruzar a lo personal. Alberto Núñez Feijóo, que en Galicia era presidente del partido, era presidente del gobierno, pues sube de liga, es otro escenario. Son otros equilibrios de poderes, pero mire, ahora Baleares está sufriendo las consecuencias del fenómeno migratorio.

Lo de Baleares al rechazar la distribución de los menores migrantes es darse un tiro en el pie.

Sí sí. Y en Andalucía, probablemente, dentro de unos meses, dentro de un año o dentro de dos, acabará ocurriendo. Lo que ha liderado Canarias, su sociedad, los medios de comunicación, las fuerzas políticas y el pacto de gobierno, ha conducido a que España sea el primer país de Europa que tiene definido un sistema nacional de acogida de menores extranjeros no acompañados. Y de eso hoy se benefician Canarias, Ceuta y Melilla, pero igual dentro de unos meses se está beneficiando Baleares y dentro de unos años, Andalucía, por ejemplo.

Fernando Clavijo durante la entrevista. / Andrés Gutiérrez

Sobrevuela la sensación de que se ha hecho un uso político de este asunto, que es tanto como decir que se ha hecho un uso político de estos niños y chicos que llegan al Archipiélago, solos, en busca de futuro.

No es una sensación, es una realidad. Un país con casi 50 millones de habitantes, media España vaciada, ochenta y cinco millones de turistas al año… ¿En serio que 4.000 niños y niñas son un problema para este país? ¿En serio, cuando se acogió a 250.000 ucranianos en tiempo récord? ¿Cuando el Estado presumía de su sistema de protección internacional?

¿Qué cara se le queda a uno cuando autonomías de la ‘España vaciada’ se quejan por la mañana de la despoblación y por la tarde muestran su rechazo a acoger a esos niños y chicos?

Estamos instalados en la necesidad de la búsqueda del desencuentro. El Gobierno de España y los populismos, que al final da igual que sean de izquierda o de derecha, han generado una política de división del país. O eres rojo o eres azul; o eres blanco o eres negro. Nadie es capaz de sentarse y decir ‘oigan, que hay matices de grises, hay otros colores’. Y da igual lo que se proponga. No debe de ser tan difícil consensuar unas medidas cuando son de interés para todos.

¿El gobierno de Sánchez es un gobierno populista?

No me atrevo a calificarlo de populista, pero tiene medidas populistas que han contribuido a la polarización como estrategia electoral, que no de gobierno. No puedes utilizar el Gobierno para tus estrategias electorales, que es lo que ha ocurrido en este último periodo.

Tras su reunión con Sánchez en Lanzarote, tenía usted cara de estar conteniéndose. ¿No está cansado? En especial por todo lo que ha rodeado la crisis migratoria. ¿Cuántas veces se ha mordido la lengua?

Muchas, y es frustrante. Pero tienes una responsabilidad. Hay quien me pregunta que por qué no me levanto de la mesa y rompo la baraja. Pues primero porque tengo una responsabilidad, y en segundo lugar porque, en fin, ¿y después qué? Rompes y te quedas a gusto porque sueltas la bilis o el cabreo, pero después de ese día hay otro, y otro, y seguirán viniendo niños, y seguirán viniendo pateras, y seguirán viniendo cayucos. Las cosas se cambian con mucho esfuerzo, y los canarios sabemos mucho de eso. Sabemos que todo nos cuesta más, y nos cuesta más porque somos islas alejadas y fragmentadas. Pero cuando somos capaces de unirnos logramos lo que nos proponemos.

Se ha conseguido al fin el ensamblaje legal para que todas las regiones se solidaricen, o más bien tengan que solidarizarse, en la acogida de los menores migrantes, pero a día de hoy estamos como estamos, con traslados a cuentagotas.

Aquí hay que distinguir dos cosas. En primer lugar están los menores con protección internacional, de los que el Estado tiene la obligación, y así se lo ha dicho el Supremo en hasta tres ocasiones, de hacerse cargo. Mire, las oenegés contactan con nosotros y nos dicen que tienen plazas, pero el Estado no ha querido sacar esas plazas porque ha preferido esperar a sacarlas con las del resto; porque, en definitiva, lo que no quiere es hacerse cargo de ellos. Si el Estado lo hubiese querido, ya habría resuelto el hacinamiento. Esa es una parte. Y luego está la otra: la de los menores no asilados, y en este caso, al entrar en vigor la ley, al menos tenemos la garantía de que los que vengan de aquí a final de año tendrán que estar reubicados en 15 días. Y después hay hasta marzo del año que viene para poder derivar a los que ya están aquí. Es frustrante, porque si todos colaborásemos, ni siquiera se habría tenido que modificar la ley. Pero primero todos dicen ‘sí’ y te dan una palmadita en la espalda, y luego pasan a un ‘a mí no me los traigas’. Estoy convencido de que de aquí a marzo-mayo del año que viene tendremos ya un número razonable de menores que permitirá atenderlos dignamente.

Fernando Clavijo durante la entrevista.

Fernando Clavijo durante la entrevista. / Andrés Gutiérrez

Que es de lo que se trata.

Claro, nosotros no queríamos eludir nuestras responsabilidades, que está por ver si lo son o no, pero desde luego que lo que nunca vamos a hacer es dejar de atender a un menor. Entre otras cosas porque creemos que son importantes para el desarrollo de nuestra comunidad. Estamos cansados de oír a los empresarios decir que no tienen trabajadores…, pues bien: ellos vienen a labrarse un futuro, lo mismo que hicimos nosotros en el siglo pasado.

¿No ha habido grieta alguna con el PP?, con el PP de Canarias digo.

Ninguna. Ha habido muchas broncas del PP canario con el PP de Madrid, y de esas yo he presenciado alguna. Ha habido mucha bronca, y ahora Manolo Domínguez podría decirles a sus compañeros de Baleares ‘¿y ahora qué?’. Sé que algunos han tratado de dinamitar el pacto de gobierno. Y es legítimo, por otro lado. Si ellos, legítimamente, entienden que es por ahí…

Tal vez no sería tan legítimo que fuese precisamente…

… Con menores.

Eso quería decir.

Y eso es lo que más ha chirriado. Me consta que Manolo [Domínguez] se ha fajado y que le ha costado muchas broncas y también el deterioro de muchas relaciones. Pero el Gobierno de Canarias y el pacto con los partidos, salvo Vox, han estado firmes. Y hemos tenido altibajos. Pero al final, esa unidad política que hemos conseguido ha servido de mucho.

¿Ha echado en falta algo más del PSOE canario para empujar en favor de la Comunidad Autónoma en la cuestión migratoria?

Lo que he observado es que el PSOE canario ha querido utilizar esto como arma política. Y de manera un poco torpe, porque su propio gobierno no ha cumplido su parte. No puedes ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el tuyo. Este es un asunto en el que se ha estado dos años y pico, y este es un asunto que también heredamos, es verdad que no en estos números ni en estas cantidades, pero la realidad es que el gobierno de Ángel Víctor Torres también lo sufrió, y la consejera, en aquel momento de Podemos, también decía que no podían más; sin embargo, no fueron capaces de ponerse manos a la obra para eso que le decía antes: para que te cojan con la tarea hecha. Pero la sociedad canaria no ha comprado esa utilización, no ha comprado ese discurso. Han querido traer la bronca de Madrid a Canarias. Y, afortunadamente, insisto, la sociedad canaria ha sido mucho más responsable que los partidos políticos. Siempre digo lo mismo: los partidos peninsulares son una cosa y sus centros de poder están en otros sitios, mientras que el partido que es canario sabe que sus centros de poder están aquí.

Por dejarlo claro: ¿el PSOE de Canarias ha estado entre quienes han utilizado la crisis migratoria, en concreto el caso de los niños, para obtener réditos políticos?

Sí.

Y Ángel Víctor Torres, ¿ha sido más una ayuda o un obstáculo a los intereses de Canarias?

Ha sido una ayuda. Él lo vivió como presidente, y ha sido una ayuda, eso también es innegable. Aunque, obviamente, tiene la capacidad que tiene. La relación con él es buena y hay fluidez. Tenemos diferencias, pero ahí él ha estado remando a favor.

¿Es una posibilidad cierta que Canarias diga ‘no’ a la mutualización de la deuda autonómica en los términos que la plantea Hacienda?

¿Es una posibilidad? Puede serlo. No tengo una bolita mágica. Lo que sí le digo es que vamos a trabajar desde todos los frentes para dar con una vía política y que no tengamos que llegar a que [la ‘condonación’] sea en estos términos. Porque sería un agravio. Imagínese que entre Tenerife y Gran Canaria hay una isla que es irresponsable y tiene mucha deuda, mientras que la otra ha sido responsable, pero lo que digo es ‘oigan, voy a asumir la deuda de la isla que ha sido irresponsable en la gestión y a ti, responsable, te doy menos precisamente por eso: porque has sido responsable’. Y encima, resulta que a los ciudadanos de una isla se les quita el doble de deuda que a los de la otra.

Es decir, que la ‘quita’ no le gusta ni un pelo.

A mí me parece bien que la deuda se condone, aunque en realidad no sea una condonación sino una mutualización, pero me parece bien, entre otras cosas porque el Estado no ha hecho su tarea, no ha reducido el déficit, y porque a quienes ha encorsetado son a las corporaciones locales y a las autonomías. Pero para todos lo mismo. Sobre todo porque el hecho de que Canarias haya sido gestionada de manera rigurosa se traduce luego en indicadores sociales que no son los de Cataluña, ni los de Madrid, ni los de otros territorios. Somos responsables para tener una comunidad autónoma viable, para no tener que vivir lo de 2008, cuando los recortes fueron terribles. Empeoraron los indicadores de paro, de inclusión social, de pobreza… Y ahora que estamos reconduciendo la situación, nos dan esta bofetada. ¿Cuál es entonces el mensaje?: pues que vamos a gastarlo todo y el que venga detrás que pague el muerto.

Vamos, que se le queda a uno cara de…

… De tonto, sí, pero la gente sabe que hay un agravio, eh, lo sabe.

Si Pedro Sánchez se empeña en terminar la legislatura, ¿qué hará Coalición Canaria en el Congreso?

Sánchez se va a empeñar en acabar la legislatura. Entre otras cosas porque cualquier otro escenario es peor, peor para él y sobre todo para el PSOE. Va a tratar de agotarla para ver si con un golpe de suerte, ese de quienes juegan al límite, como él, que presume de ello, le cambia las cartas. Y mientras, nosotros vamos a seguir haciendo lo que hemos hecho siempre: tratar de buscar la oportunidad de conseguir cosas para Canarias. Hemos conseguido el transporte gratuito y logramos en su momento el 75% del descuento de residente, por ejemplo. Todo eso son hitos de los nacionalistas canarios: los cien millones para La Palma, aunque nos deben 200; el convenio de obras hidráulicas, del que también nos deben 20 millones; la materialización de la RIC para construir viviendas; en el decreto antiapagones metimos cinco medidas específicas para las Islas, y me transmitió el presidente que en septiembre se va a llevar otra vez y que ya tiene los apoyos para poder sacarlo adelante. ¿Qué haremos? Trabajar para Canarias y tirar a gol en cada oportunidad. Pero también le digo: nos interesa un gobierno que dependa de nosotros. Porque Canarias solo ha avanzado en derechos y en oportunidades para igualarse a la media de España cuando se han necesitado los apoyos de los nacionalistas canarios para la gobernabilidad.

Decía el otro día alguien de su partido que Sánchez, desde la perspectiva estrictamente política, y más en concreto desde la de Coalición, tiene algo muy bueno: es un multiplicador de votos nacionalistas, en algunos casos por acción y en otros por inacción.

En parte sí, pero fíjese: creo que Pedro Sánchez es el mejor aliado de Vox. En estos momentos está fabricando más votos de enfado, de cabreo, de populismo. Pero si los partidos nacionalistas hacemos las cosas bien, lograremos que la gente siga entendiendo, años después, que la mejor opción para Canarias es votar a un partido canario, no a un partido peninsular.

Ha mencionado a Vox. El otro día subrayó usted que Santiago Abascal es «un auténtico fascista». ¿Cómo se explican entonces esos acuerdos de Coalición con Vox en municipios del sur de Tenerife?

Hicimos una moción de censura en el municipio de Granadilla en la que participó Vox, y Vox está formando parte del actual equipo de gobierno. Pero hay que distinguir planos, porque chocas con la realidad de un municipio. En Granadilla no se va a decidir quitarles una competencia a las autonomías, en Granadilla no se va a decidir el envío de la Armada cuando lleguen pateras, ni desde luego va a ir el alcalde de Granadilla a hundir el Open Arms. Trabajaré todo lo que pueda y más para que ningún canario piense que Vox puede resolver sus problemas, pero todos debemos hacer un poco de autocrítica, porque cuando mucha gente cree que Vox solucionará sus problemas, es que lo estamos haciendo mal. Esa es la autocrítica, más allá de un acuerdo puntual que evidentemente genera una incoherencia dentro de la organización pero que está ajustado a los estatutos. En el ámbito municipal, los comités y los líderes locales tienen libertad para pactar.

¿Por qué no se trae usted a Abascal y lo lleva para que vea cómo bajan de las pateras esas personas, en especial todos esos niños? O lo sube al Open Arms.

Como esa mayoría de personajes fascistas de la historia, en el fondo lo que también oculta es cobardía. No creo que el señor Abascal sea capaz de venir al Open Arms, sentarse con la tripulación, escuchar lo que esa tripulación ha vivido y luego decir que no diría lo que dijo.

¿Le lanza usted el órdago?

Sí sí: invito a Abascal a que venga conmigo a visitar el Open Arms.

Parece que ahora la ministra Montero tiene un arrebato presupuestario, así que aún puede evitarse que haya un tercer año consecutivo sin cuentas estatales.

El presupuesto es un instrumento de planificación, y por primera vez en la historia, pasada la mitad de la legislatura, no ha habido ni un solo presupuesto. Estamos ahora mismo con presupuestos de la legislatura pasada. Es más, es que no ha habido ni proyecto, y eso lastra mucho la gestión. ¿Hasta cuándo va a aguantar? Pues hasta lo que él [Sánchez] quiera. Ya dijo que tiene los fondos europeos para seguir transformando España, lo que a mí me da un poquito de grima, porque renunciar a presentar presupuestos es no tener proyecto de país.

¿Cuánto lo preocupa la situación en que quede Canarias tras la reforma del sistema de financiación autonómica?

El peligro es que van a querer modificar el sistema de manera bilateral con Cataluña. Y a partir de ahí, el resto. El riesgo es, tal como acordó ya no el PSOE con Esquerra, sino el Gobierno de España con [Salvador] Illa, que se le ceda la recaudación de los tributos a Cataluña y luego esta pague una cuota de solidaridad que no se sabe ni cómo ni quién decide. Si eso ocurre, se van a detraer recursos. Y si se detraen recursos, el Estado no va a tener fondos ni para el propio Estado. Ellos no se van a meter a negociar en una comisión [el Consejo de Política Fiscal y Financiera] donde están en minoría, así que lo hacen por trocitos. Pero claro, esos trocitos son los de las únicas tres comunidades que contribuyen al sistema, Madrid, Baleares y Cataluña, y como resulta que lo de Baleares es irrisorio, pues en realidad se trata de Madrid y Cataluña. Si haces eso, se caen el Estado de las Autonomías y el principio de solidaridad, que es un principio de la Constitución, con lo que esto será una batalla legal.

¿Lo conseguirá Sánchez?

Creo que no lo conseguirá, porque el tema reventaría. Ahora bien, ¿que lo va a intentar para garantizarse los votos de Junts y mantenerse en la Moncloa? Sí. Y esto de la condonación es el primer paso. Fíjese que no lo han aprobado como decreto ley, sino como proyecto de ley. Por eso podremos presentar enmiendas, porque lo quieren dilatar en el tiempo.

¿Corren las Islas el riesgo de caer en la turismofobia?

Creo que no, pero si no superamos retos como el de la vivienda o el de los salarios… Las manifestaciones tienen mucho que ver con el cabreo. La gente ve que probablemente va a vivir peor que sus padres, y eso genera frustración. Y la gente tiene razón. Por lo tanto, las administraciones públicas, los sindicatos, los empresarios, todos, deben asumir esos retos que ni los políticos ni las administraciones son capaces de afrontar solos. Tiene que ser un compromiso social. Y a veces somos prisioneros de discursos que condicionan. Por ejemplo, hubo mucha crítica a la construcción, que si depredadores del suelo, que si esto, que si lo otro… Hombre, pasamos de construir 30.000 viviendas al año a 400 o 500. Cómo no vamos a tener ahora un problema enorme.

Pues hay partidos que piensan que es posible salir de la crisis de la vivienda sin el sector privado.

Es imposible. Hay quienes tienen un puesto de trabajo fijo pero destinan un 45% de sus ingresos para pagar la casa. Eso es un trabajador pobre. Tenemos un problema de expectativas no satisfechas. Mire, durante la negociación de los nuevos convenios de hostelería, le dije a una persona: ‘¿No te das cuenta de que ahora un canario no puede ir a pasar un fin de semana a tu hotel’. No se lo puede permitir. ¡Cómo no va a estar enfadado! La gente piensa que estás explotando su naturaleza, su espacio, su clima, que son de todos, y se pregunta: ¿y yo qué me llevo?, cuando ni siquiera puedo ir a tu hotel, porque a ver quién puede pagar 300 euros la noche. Lo que quiero decir es que tienen cierta responsabilidad, y no solo con los trabajadores, sino también con los canarios. No sé, pongan un ‘bonito’ [bono] residente, o reserven habitaciones para los canarios a un precio razonable, porque si no, te conviertes en un agente externo.

Los ayuntamientos tienen que agilizar las licencias para desatascar así los proyectos de vivienda.

Hemos sacado el decreto para que los colegios profesionales o las entidades colaborativas, que así se llaman, puedan ayudar en la tarea, pero luego resulta que hay ayuntamientos que no quieren. No sé: tienes colapsada la oficina técnica, te quejas de falta de personal…, pero se te da una posibilidad y no la coges.

Es usted fan de Star Wars… ¿El ‘modo canario’ es más de Yoda, por aquello de ‘hazlo o no lo hagas pero no lo intentes’, o de los mandalorianos y su ‘este es el camino’?

Un poquito de los dos, pero si tengo que elegir, de Mandalorian. Este es el camino. En muchas ocasiones, los políticos creemos que somos la solución, y es mentira. Y en otras muchas ocasiones, la ciudadanía cree que todos los problemas son responsabilidad de los políticos, y también es mentira. Seamos todos responsables de las Islas que queremos, desde la unidad y la búsqueda del interés general, que es un win-win: todos ganamos y todos perdemos un poquito. Ese es el camino, el modo canario.

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