En ocasiones, las sábanas son tan suaves y el albornoz tan esponjoso que el cliente cree que a futuro no podrá pasar sin ellos y entonces se dirige directamente al proveedor de lencería del hotel en el que se ha alojado para que le suministre los mismos productos para su casa. Lo cuenta Luis Esteve, fundador de la empresa valenciana Vayoil Textil, quien defiende esa premisa de que la calidad al final no es cara porque dura más. Y la firma cumple, como lo hace también con los más de 2.000 establecimientos de los cinco continentes con los que trabaja.
Esta empresa con sede en Paterna celebra este 2025 sus primeras tres décadas de vida aunque para llegar a ese 1995 hay que retrotraerse a medio siglo, justo cuando terminaba la Segunda Guerra Mundial. Fue en ese 1945 cuando nació Luis Esteve, hijo de una familia de fabricantes textiles de la localidad castellonense de Segorb. Estudiante de ingeniería textil en Terrassa, la muerte de su padre cuando tenía 21 años le forzó a ponerse al frente del negocio familiar. No triunfó, a qué negarlo. El negocio «no evolucionó como debía» y hubo que cerrarlo. Esteve, entonces, se puso a trabajar para otras firmas textiles.
Ventas
Hasta 1995, cuando constituye Vayoil Textil con la vista puesta en la lencería, primero para hospitales, y acto seguido y ya como exclusiva, para hoteles. Ahí es donde sigue y va ‘in crescendo’, como ponen de manifiesto sus números de ventas. Si en 2023 la factuación alcanzó los 12 millones de euros, un año más tarde la cerró en 14. La empresa cuenta con un equipo de 34 profesionales en plantilla y genera más de 100 empleos indirectos a través de una red de pequeños talleres de confección textil que colaboran estrechamente con la empresa.
Esta es una de las claves de su modo de operar. Vayoil Textil -cuya denominación es una mera casualidad, porque Esteve simplemente compró una marca «ya muerta para evitarme los trámites de buscar un nombre y registrarlo»– suministra a sus clientes todos los años cuatro millones de prendas que van de la lencería de baño, como las toallas, a la de cama, como las sábanas, o la mantelería, que incluye servilletas.
Luis Esteve, fundador de Vayoil Textil, este miércoles en la sede de la empresa. / JM LOPEZ
La firma dispone de una planta de producción en la población valenciana de Ontinyent de 7.000 metros cuadrados, donde se hace parte de las manufacturas que vende. El resto, sobre todo series pequeñas o muy especializadas, lo subcontrata «a talleres que trabajan en exclusiva para nosotros», tal como cuenta su fundador.
Esa producción va destinada mayoritariamente a hoteles de gama alta, incluso de superlujo en España, Europa y América. «Por discreción», Esteve no quiere desvelar las identidades de esos clientes, pero si se citan al azarr cadenas internacionales del mayor nivel seguro que es fácil no equivocarse. Aunque Vayoil Textil tiene algunos clientes en la gama media de los establecimientos hoteleros, de donde huye sin contemplaciones es de las empresas de bajo nivel, porque ahí «el único factor diferenciador es el precio y pensamos que siempre habrá otro proveedor con el coste más bajo. Preferimos distiguirnos por la calidad«. Y la innovación, singularmente a través de las materias primas, con el uso, por ejemplo, de algodones de la máxima suavidad.
Exportación
Como ha quedado dicho, alrededor de 2.000 hoteles ubicados en los cinco continentes compran los productos de esta empresa que en 1998 dio el salto al mercado internacional con el inicio de su actividad exportadora. Vende de forma directa a muchos de sus clientes hoteleros, pero también cuenta con filiales al 100 % para distribuir su producto en Sudamérica. En términos de distribución geográfica, España continúa siendo su principal mercado, seguido por diversos países de Europa, América, el Caribe y Oriente Medio.
Hace dos años, la compañía dio un paso relevante en su evolución al ampliar su modelo de negocio con dos iniciativas estratégicas: por un lado, el lanzamiento de Hottels.es, su tienda online especializada en lencería para pequeños hoteles, apartamentos turísticos, balnearios y establecimientos boutique; y, por otro lado, el anuncio de Stora, que se va a poner en marcha este octubre y que está orientada a la decoración de hoteles, para lo que ha contratado a profesionales de esta especialidad.
También de cara al futuro, Esteve y su equipo están planteándose una ampliación de su fábrica de Ontinyent para hacer frente al incremento de actividad anual. «Será más corto que a largo plazo», afirma, quien apunta que cada vez se producen menos robos de productos de lencería en los hoteles, debido al mayor control en estos establecimientos y, tal vez, también al elevado nivel adquisitivo de sus clientes, aunque, como es bien sabido, ni los más ricos están libres de verse tentados alguna vez por la cleptomanía.