Los pueblos de Aragón esconden auténticas joyas patrimoniales dignas de una visita. Cada vez son más los viajeros que deciden desviarse de su ruta para conocer los rincones más desconocidos de la comunidad. El turismo se ha diversificado tanto en los últimos años que es casi imposible encontrar algún núcleo de población que no reciba un solo viajero durante los fines de semana.
Hay muchas localidades de Aragón que se han ganado una gran fama a nivel nacional y europeo por su belleza. Albarracín, Alquézar, Valderrobres, Aínsa o Anento son solo algunos de los pueblos considerados de los más bonitos de España. Una lista que se va incrementando con el paso de los años gracias a la ardua labor de los ayuntamientos y asociaciones en promover el turismo.
Aunque el verano ya está llegando a su fin y miles de familias se preparan para la vuelta a la rutina, hay un pueblo en la provincia de Zaragoza idóneo para visitar durante septiembre. Haciendo frontera con Cataluña y situado en la comarca Bajo Aragón-Caspe, se encuentra Fayón, un pueblo de nueva construcción, pero que cuenta con más de mil años de historia.
Este enclave es un paraíso para los amantes de los deportes acuáticos y la pesca. La historia de esta localidad está marcada por la construcción del embalse de Ribarroja, formado por la unión de los ríos Ebro y Matarraña, que supuso inundación del antiguo Fayón en los años sesenta.
Qué ver en Fayón
En el año 1967 se construyó el embalse de Ribarroja y el antiguo Fayón se inundó por las aguas del Ebro. Todo el pueblo quedó sepultado bajo el embalse, a excepción de la torre de la iglesia de San Juan, único vestigio silencioso del pueblo que emerge de las aguas. A raíz de este suceso, se construyó en lo alto de un monte el nuevo Fayón. Sus calles, rectas y largas, con casas bajas, conducen a la plaza Mayor porticada, de aires modernistas, al igual que la iglesia, con su esbelta torre de hormigón.
Es recomendable subir al Mirador del Ebro, donde está situada la ermita de la Virgen del Pilar. Desde allí puedes divisar la espectacular panorámica que forman el conjunto del embalse, la desembocadura del río Matarraña y las montañas que rodean la cuenca. Podrás ver, también, en lo alto de un cerro, los restos del castillo que coronaba el viejo Fayón.
Una oferta de ocio en su embalse
Pero en lo que verdaderamente Fayón centra su oferta turística es en las posibilidades de ocio que ofrece su embalse. Sus más de 210 kilómetros de costa interior y sus bosques de ribera hacen de Fayón un auténtico paraíso de la pesca –abundan especies como el siluro, la carpa o el black bass- y el escenario ideal para todo tipo de deportes náuticos (piragüismo, esquí acuático, vela…).
Varias personas en una barca por el embalse cerca de Fayón / TURISMO DE ARAGÓN
Y como experiencia turística más significativa, puedes descubrir la historia de Fayón montado en una embarcación, el “Llaüt”, que emula las antiguas barcas que navegaban por el Ebro. Ven a Fayón y navega por un río de historia viva.