Si la gente e, incluso, muchos de la expertos del ‘paddock’ de MotoGP, muchos de los 1.500 habitantes de ese micromundo que vive a 350 kms/h., tuviesen memoria, reseteasen su disco duro, se darían cuenta de que todo lo que está ocurriendo este año en el Mundial de la categoría reina estaba anunciado, cantado, escrito: en cuanto Marc Márquez Alentá se recuperase físicamente de la múltiple fractura de su húmero derecho y saliese, no solo vivo sino requetevivo, de su estrafalaria operación de un montón de horas de la clínica Mayo (Rochester, Minnesota, EEUU) y consiguiese, tras ardua persecución y riesgo, la Ducati oficial, el mundo de las dos ruedas volvería a tener propietario, emperador y tirano.
Miren, tras sus dos títulos mundiales de 125cc y Moto2, por cierto, cetro que pudo conquistar ya en su primer año a no ser por la maldita diplopía (visión doble), Márquez debutó, el 4 de abril de 2013, en Doha (Catar). Y puede que no se acuerden, como le ocurre a la mitad de habitantes del ‘paddock’, pero ya logró el mejor crono de la categoría en ‘el segundo entrenamiento! y, el domingo, se subió al podio detrás de la pareja mítica de Yamaha, Jorge Lorenzo y Valentino Rossi.
“Del Márquez de 2013 queda la pasión por las motos, las ganas de correr, el hambre de ganar y del Márquez actual, la velocidad, pero buscada de otra manera. Antes, era puro instinto, ahora, pilotando, a veces, contra mi estilo, consigo puntuar y hasta ganar en circuitos donde antes ni me acercaba al podio. He perdido explosividad, pero he ganado sabiduría».
“Yo los había visto en pretemporada y pensaba ‘vaya, aquí estas, peleando con tus ídolos’. Los veía con monos negros y motos de colores y no me fijaba demasiado en ellos, pero…pero llegada la carrera, Jorge (Lorenzo) se fue, se escapó, adiós y yo me pegué a Valentino y, luego a Dani (Pedrosa) y subí al podio ¡increíble! ¡impensable!”, relata el ocho veces campeón del mundo.
¿Sigo?, el Mundial saltó a EEUU, Austin, Texas y ¿saben qué ocurrió?, que Marc, después de haberse convertido en el piloto más joven de la historia en lograr un podio en la categoría reina, con 20 años y 49 días, se convirtió en el ‘poleman’ más joven y en el vencedor más joven. Y, perdón, pasados los grandes premios, en el campeón más joven de la historia, con 20 años y 266 días. Hasta hoy. ¿En serio alguien se extraña de lo que está ocurriendo? En cuanto Marc ha recuperado su físico y ha tenido una moto ganadora, ha arrasado.
“Qué queda de aquel Marc jovencito de MotoGP”, le preguntó Izaskun Ruiz, el otro día. “Queda la pasión por las motos, las ganas de correr, el hambre de ganar”, respondió el joven de Cervera (Lleida), ahora residente, vaya, en Madrid. “¿Y del Márquez de ahora, el de 32 años?”, insistió la dama de DAZN. “La velocidad, pero buscada de otra manera. Antes, era puro instinto, ahora, pilotando, a veces, contra mi estilo, consigo puntuar y hasta ganar en circuitos donde antes ni me acercaba al podio. He perdido explosividad, pero he ganado sabiduría”.
Marc Márquez (Ducati) comparte uno minutos con sus fans, ayer, en Montmeló. / EMILIO PÉREZ DE ROZAS
Qué ha ocurrido entre medio, también muy sencillo de explicar. Marc se cayó en Jerez, en 2020, se fracturó el húmero derecho, le operaron, se creyó ‘Superman’ (“si te cortan los pies, te salen las alas”) y aún no lo es, y regresó a la semana siguiente al mismo trazado. “Ese fue mi error y, dio mío, porque los médicos me dejaro, sí, pero todo estaba en mis manos y lo intenté”.
Aquel intento de heroicidad acabó con el húmero chorreando sangre dentro del mono. Fue el nacimiento de volver a empezar. Y, pasadas tres intervenciones más (la última en la Mayo donde le destrozaron el húmero y se lo reconstruyeron en un puñado de horas), Márquez decidió dejar Honda (“es mi familia, pero me tengo que probar con una moto que me permita saber si valgo o no para esto”), fichar por la Ducati reserva y ganarse, con exhibiciones cercanas al mago de 2014 y 2019, la ‘Desmosedici’ oficial con la que, sino este mes, el que viene ganará, arrasando, su noveno título del mundo, empatando con Valentino Rossi y camino ¡vaya que sí! del décimo, que caerá el año que viene cuando se siga corriendo con los mismas motos: mismo Márquez, misma Ducati, mismo título.
“Hay pilotos que corren y piloto que se quejan. A Marc le preparas la mejor moto que puedas y él se encarga de hacerla correr, corregir sus defectos en carrera sobre la marcha y ser campeón».
“Hay pilotos que corren y piloto que se quejan”, me ha dicho Sito Pons, el bicampeón de ‘dos y medio’, que ha reaparecido hoy en el Circuit. “A Marc le preparas la mejor moto que puedas, la pones en parrilla y él se encarga de hacerla correr, corregir sus defectos en carrera sobre la marcha y ser campeón. Los demás buscan excusas, se quejan, protestan, hablan. Marc corre, trabaja y gana. No hay vuelta de hoja, si él está bien, es el mejor de los mejores y eso se ve fácil, se intuye muy rápidamente”.
Si lema “todo es posible, nada es seguro” se ha cumplido, se está cumpliendo, al milímetro. Mañana, sábado (15.00 horas, DAZN), empezará a cocinar la conquista de su noveno título. En un campeonato que él ha destruido y ganado al llegar el verano, necesita restarle 10 puntos (entre ‘sprint’ y GP se reparten 37 puntos) a su hermano Àlex, que está portentoso en Montmeló. Si lo consigue, ‘ET’, el ‘canibal’, tendrá la primera pelota de partido, la próxima semana, en Misano, el jardín del ‘Doctor’ Rossi. Demasiado placer para no disfrutarlo…en familia.
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