La pugna financiera que han mantenido durante los últimos 16 meses el Banc Sabadell y el BBVA a cuenta de la opa hostil presentada por el banco de origen vizcaíno está a semanas de llegar a su fin. Los accionistas de la entidad catalana deberán decidir desde este lunes si compran el plan de Carlos Torres, presidente del BBVA, y dan luz verde a la que sería una de las grandes operaciones en el sector bancario en Europa en los últimos años.
El momento llegará una vez la CNMV ha aprobado el folleto de la operación y se alargará hasta el 7 de octubre. Tras meses de batalla argumental y publicitaria entre los dos bancos, los accionistas tienen la última palabra. ¿Quiénes son estos accionistas? ¿Qué sabemos y qué no sobre ellos? Éstos son algunos de los datos existentes a día de hoy.
¿Cuántos accionistas tiene la entidad?
El Banc Sabadell tiene cerca de 200.000 accionistas, según los datos que la propia entidad hizo públicos al conocerse la opa del BBVA en mayo de 2024. Estos 200.000 accionistas son los titulares de los cerca de 17.000 millones euros en que está valorado el bolsa actualmente. De esta cantidad, un 52% está en manos de inversores institucionales (como fondos de inversión o de pensiones) y un 48% en manos de accionistas particulares. Estos datos, no obstante, no están actualizados. César González-Bueno, consejero delegado del Sabadell, ha reiterado que el banco prefiere no detallar el peso de los minoritarios porque esa información les da “una pequeña ventaja” ante la opa.
¿Quiénes son los minoritarios?
Son accionistas particulares que invierten sus ahorros en acciones del banco. La información que en su momento dio el banco sobre los minoritarios era que tres de cada cuatro son clientes de la propia entidad. De media, informaba entonces el Sabadell, habían mantenido sus acciones del banco durante diez años. Y a nivel geográfico, un tercio de ellos residen en Catalunya mientras que los demás están en el resto de España.
¿Por qué el Sabadell es optimista respecto a su voto?
Uno de los argumentos del Banc Sabadell para mostrarse optimista ante el desenlace de la opa es que los inversores minoritarios mantienen un cierto vínculo emocional con una entidad fundada en 1881. Durante los últimos meses, uno de los movimientos que hizo el Sabadell fue devolver su sede social a Sabadell, después de haberla llevado a Alicante en 2017 a raíz del 1 de octubre, en un cambio que fue recibido con una gran ovación en la junta de accionistas extraordinaria celebrada en marzo. Hay otra razón para que en general se contabilice a los accionistas minoritarios como refractarios a la opa: si no votan, quedan registrados como opositores a la operación.
¿Quiénes son los principales accionistas del Sabadell?
El primer accionista del banco catalán es a día de hoy Blackrock, con un 6,7% de las acciones. Por detrás está la aseguradora Zurich (4,3%) y cierra el podio The Vanguard Group (4%). El cuarto es el fondo Fintech Investments (3,6%) y un quinto lugar llega el empresario mexicano David Martínez (3,5%). El sexto máximo accionista es el banco de inversión norteamericano Goldman Sachs (3%) y por detrás llega Dimensional Fund Advisors (2,8%), seguido de Merrill Lynch (2,2%) y UBS (2,1%). Cierra el top 10 de principales accionistas Massachusetts Financial Services Company, con un 1,5%.
¿Son unánimes los grandes fondos?
Desde el principio de la opa ha existido una cierta coincidencia en el sector en que los accionistas institucionales son más proclives a aceptar la propuesta del BBVA. Esa creencia responde al hecho de que por una parte no hay ningún tipo de vínculo emocional con el Banc Sabadell más allá de la búsqueda del beneficio y que las fusiones empresariales habitualmente mejoran las rentabilidades de las compañías. Sin embargo, en el caso de la opa al Sabadell se da por hecho que uno de los grandes inversores institucionales es claramente contrario a la opa: se trata de Zurich, segundo máximo accionista. La aseguradora suiza tiene un acuerdo de exclusividad con el Banc Sabadell en seguros de vida y no vida y sabe que si la opa tira adelante, el BBVA rompería ese negocio. El banco catalán, además, confía en que los dividendos extraordinarios prometidos a raíz de la venta de su filial británica, TSB, así como la prima negativa que actualmente penaliza la opa (con el canje propuesto por el BBVA los accionistas perderían hoy valor) pueden convencer a algunos de estos institucionales. Asimismo, consideran que la falta de sinergias hasta 2029 también pueden llevar a los fondos a votar contra la operación.
¿Qué harán los fondos que son accionistas de los dos bancos?
Varios de los principales accionistas del Sabadell lo son también del BBVA. El caso más extremo es el de Blackrock, el macrofondo norteamericano, que es el primero en ambas entidades, pero también están en esa situación Goldman Sachs o Dimensional Fund Advisors. Los expertos recuerdan que estos fondos o bancos de inversión buscan ante todo una rentabilidad y no pretenden incidir en la gestión de las entidades, razón por la cual ni siquiera nombran consejeros que les corresponderían por su número de acciones. Las mismas fuentes insisten en que no es correcto pensar que una operación así viene impuesta o recomendada por Blackrock, sino que fue el BBVA, con Carlos Torres al frente, quien decidió lanzar la opa al Sabadell.
No existe una certeza absoluta de qué harán los fondos que tienen posiciones en ambas entidades. Por una parte, buscan la máxima rentabilidad, cosa que apuntaría a un voto favorable a la opa si ello acabara en fusión para aplicar las sinergias o ahorros de costes. Pero existe otro factor: cuando un fondo internacional de gran magnitud elige invertir en empresas tan distintas como el BBVA lo hace porque quiere distintos perfiles: el BBVA tiene más presencia en mercados emergentes, como México y Turquía, mientras que el Sabadell está centrado en una economía más estable como la española y tiene su segmento más importante en el campo de las pymes. Y las fuentes consultadas apuntan que es posible que estos fondos voten en contra de la opa justamente porque quieren mantener esa diversificación en su inversión.
¿Qué pasa con David Martínez?
Otra de las figuras que destacan entre los máximos accionistas es el multimillonario mexicano David Martínez. Además de su 3,5% de acciones tiene un peso especial por el hecho de ser miembro del consejo. Inicialmente se dio por hecho que apoyaba la opa, hasta el punto de ser el único consejero que no votó en contra de la oferta presentada por el BBVA en mayo de 2024 (el financiero se abstuvo). Además, cabe recordar que es originario del país donde el banco de origen vizcaíno tiene su principal negocio, por lo que es prácticamente seguro que hubo conversaciones previas entre BBVA y el empresario. Sin embargo, meses después el Banc Sabadell destacaba que Martínez había votado a favor de la venta de TSB, la filial británica del banco, en una operación que comportaba un verdadero aluvión de dividendos a los accionistas y que en última instancia dificultaba la opa al BBVA.
¿Por qué no hay un núcleo duro?
El Banc Sabadell conformó un núcleo duro a mediados de los años 2000, con figuras como Isak Andic (Mango), José Manuel Lara (Planeta), Joaquim Folch-Rusiñol (Titán), Héctor Colonques (Porcelanosa), Miguel Bosser (Téxtil Bosser) y el propio presidente del banco, Josep Oliu. Este grupo llegó a tener el 12,4% de las accionies del banco y firmó un acuerdo parasocial por el cual votaba conjuntamente en las juntas de accionistas, cosa que en la práctica les otorgaba el control del banco. Sin embargo, la crisis financiera iniciada en 2008 y que se alargó hasta 2014 les provocó pérdidas multimillonaria en su inversión inicial y fueron deshaciendo sus posiciones. En una situación como la actual, con una opa hostil o no solicitada sobre la mesa, la existencia de un núcleo duro prácticamente habría desbaratado cualquier intento de adquisición por parte de otros bancos. Para que la opa prospere se requiere que más del 50% de votos sean favorables al cambio de acciones que plantea el BBVA, y con un 12,4% que de entrada fuera opositor, más el peso de los minoritarios y el presumible ‘no’ de Zurich, sería muy difícil que el BBVA lo hubiera intentado.
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