La Asociación Agraria de Galicia (Asaga) reclama al Consello Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas que adopte «medidas inmediatas» para ajustar la producción de uva albariño a la demanda real del mercado, ante el riesgo de que numerosos viticultores no puedan dar salida a su cosecha este año.
Según la entidad, la superficie de viñedo en la D.O. creció de forma significativa desde 2019, impulsada por la alta demanda de entonces, pero sin un control proporcional a las necesidades reales del sector. Como resultado, en la actualidad las bodegas acumulan un excedente de más de 13 millones de litros de vino en sus depósitos.
Julio César Reboredo, vocal de Asaga en el pleno del Consello Regulador, advierte que la situación podría agravarse tras la presente vendimia, que se prevé supere los 50 millones de kilos de uva, equivalentes a unos 35 millones de litros de vino. “¿Cómo van a hacer las bodegas para sacar al mercado más de 48 millones de litros?”, se pregunta.
Caída de precios y riesgo de uva sin recoger
El excedente ya está repercutiendo en el precio de la uva, que, según los cálculos de la organización agraria será este año notablemente inferior al de 2024. Algunas bodegas están pagando el kilo de albariño por debajo de su coste de producción, y existe el temor de que parte de la cosecha quede sin vendimiar.
“Por desgracia, por primera vez en mucho tiempo, podría haber uva que quede en las cepas sin recoger”, alerta Reboredo, quien destaca que solo el esfuerzo de algunas bodegas comprometidas con la comarca está evitando un escenario aún más grave.
Frenar nuevas plantaciones
La organización insta al Consello Regulador a cumplir con su función reguladora y propone que se solicite al Ministerio de Agricultura la limitación o restricción de nuevas plantaciones en Rías Baixas, al menos hasta que se estabilice el mercado. “Si no se actúa ahora, el problema será insostenible cuando las nuevas plantaciones entren en plena producción”, advierte.