El nuevo Leyma Coruña no necesitó que comenzase la temporada oficialmente para sumar otra noche de recuerdo en el Coliseum. El conjunto naranja tiró de coraje y mostró su versión más intensa y competitiva para poner contra las cuerdas a todo un Breogán. En un día en el que Mencía y Brnovic fueron los más destacados, los focos se centraron en el triplazo con el que Guillem Jou forzó la prórroga ante un equipo de categoría superior, de una Liga ACB a la que ansía regresar más pronto que tarde. El título se marchó finalmente a Lugo (104-94), pero este Leyma, todavía con mucho margen de mejora cuando todas sus piezas encajen, mostró que tiene el gen competitivo imprescindible para soñar en grande.
Aun con Caio Pacheco ya de corto, esperando su oportunidad en el banquillo, el Leyma volvió a entrar en el partido frío, como en la semifinal ante Obradoiro. La envergadura del rival, un Breogán al que el curso pasado miró de tú a tú, se presentó en el Coliseum con un triple imponente de Dewayne Russell y la potencia interior de Brankovic. Los pupilos de Carles Marco trataron de, al menos, igualar la intensidad, pero pecaron en anotación. Braz anotó sus primeros puntos en un partido al que pronto ingresó Pacheco. El brasileño, aun sin haber entrenado con sus compañeros, se estrenó con un pase de mucha calidad para que Thiam entrase a canasta sin oposición (9-4). Danilo Brnovic, el más acertado en ataque, ayudó a cerrar el primer cuarto 18-14.
Los jugadores del Leyma posan tras perder la final. / Iago López/Roller Agencia
Los naranjas fueron de más a menos en el segundo parcial. Llegaron a igualar (21-21) y Braz, con un dos más uno, logró poner la ventaja a favor de los coruñeses (24-23). Fue una situación anecdótica que rápidamente cortó el Breogán. Un 9-0 de parcial estabilizó el mando de los lucenses y solo Jacobo Díaz, desde el perímetro, cortó la racha. Fue insuficiente para detener la marcha de los lucenses, que continuaron con el pedal a fondo, empujado desde el banquillo por Ricardo Visconti. Dejaron la renta al descanso por encima de los diez puntos a pesar de que Díaz intentó reducirla con un triple que se salió de dentro sobre la bocina (43-32)
Yoanki Mencía asumió galones en el comienzo de la segunda mitad. Estuvo atento a los rebotes, probó suerte desde el perímetro y, aunque erró, se redimió al entrar como un tren hacia el aro en el siguiente ataque. Su salida de pista en el ecuador del cuarto frenó a un Leyma que, por momentos, parecía dejar el duelo a un lado para centrarse solo en progresar en su puesta a punto (66-54).
Sin embargo, la intensidad es un imprescindible en este Leyma de Carles Marco, que nunca llegó a bajar los brazos de todo. Cuando más falta hacía, el equipo se reconcilió con el triple. Guillem Jou abrió la veda. Brnovic, aunque falló, aportó un punteo para continuar con la remontada heroica en el último cuarto. Caio Pacheco anotó sus primeros puntos de naranja y Dídac Cuevas, con el premio a la insistencia, también afinó su puntería desde larga distancia. Los tiros libres de Jou, Thiam y Mencía pusieron el duelo en un punto (79-78). El Breogán fue incapaz de cerrar el partido y al Leyma le bastaron los últimos cinco segundos para forzar la prórroga con un triplazo de Guillem Jou (86-86).
El Coliseum, con aficiones divididas, pero rugidos naranjas, soñó con un título que se le escapó en el añadido. El Breogán hizo valer su condición de favorito. Falló menos que el Leyma y aseguró la victoria que no logró amarrar en los 40 minutos anteriores (104-94) para alzar un nuevo trofeo autonómica. El Leyma perdió, pero convenció. Aun con camino por delante y una maquinaria por engrasar, puso contra las cuerdas a un equipo de ACB.