Leo Messi arrojó la bomba después de un doblete con Argentina ante Venezuela en las eliminatorias sudamericanas. «Lo dije después del Mundial pasado: por edad, lo más lógico es que no llegue. Ya estamos ahí, estoy ilusionado, con ganas, pero es día a día, partido a partido», dijo sobre su participación en la Copa que se disputará el año que viene en Estados Unidos, Canadá y México. El capitán del seleccionado argentino fue figura ante una Venezuela que quedó tres goles abajo. El partido tuvo una especial relevancia emocional: Messi no volverá a vestir en su país la camiseta con la que logró dos Copa América y el trofeo de Qatar, en 2022. Su adiós se dio en el estadio de River Plate ante una multitud que no dejó de corear su nombre.»Son muchas emociones, sabía que era el último partido acá por los puntos, viví muchas cosas en esta cancha, buenas y no tan buenas, pero siempre es una alegría jugar con nuestra gente, más después de ganar. Hace varios años que disfrutamos partido tras partido».
El presente del seleccionado está marcado por el reconocimiento y las victorias. Ha atravesado las eliminatorias sin mayores complicaciones. La única duda la ha filtrado un Messi de 38 años que no sabe si estará en condiciones de liderar al equipo dentro de nueve meses.
«Estoy tratando de sentirme bien y de ser sincero conmigo mismo. Cuando yo me siento bien, disfruto. Si no estoy bien la paso mal y prefiero no estar. Voy a ir día a día».
Messi no estará presente ante Ecuador, la semana venidera. El entrenador del seleccionado, Lionel Scaloni, decidió darle descanso. Además, la «Pulga» tiene varios compromisos con el Inter de Miami. En el horizonte argentino ha aparecido el interrogante sobre su continuidad. Un seleccionado sin Messi es una anomalía después de tantos años de amarguras y logros. «Obviamente, no estoy preparado para dejar la camiseta, no es algo que me guste, que quiero, pero va pasando el tiempo, dependo mucho de eso».
Scaloni lo notó muy cansado ante Venezuela. «Tendría que haber salido. No salió por la emotividad del partido y porque ya habíamos hablado que juegue todo el encuentro. Ha terminado bastante cargado. A Ecuador no va a venir. Merecido tiene pasar el tiempo con su familia».
Cada partido es un desafío para Messi. El cuerpo le avisa que ya no puede hacer lo que le era natural. «Tuve la lesión que me dejó parado 15 días, me cortó el ritmo, me volví a no sentir cómodo… Se viene una seguidilla importante. Espero terminar bien el año para después arrancar bien la pretemporada». Ganas no le faltan de seguir. El realismo lo llama a no descartar la decisión tan temida.