Un acto tradicional con honores. En un momento en el que la vinculación es incluso más grande de lo habitual, y con una trayectoria deportiva casi superlativa a nivel nacional e internacional que le ha hecho ganarse el mayor de los respetos, el CB Canarias llevó a cabo ayer una de sus tradiciones a estas alturas de la temporada: la ofrenda floral al Santísimo Cristo de La Laguna y la recepción en el Ayuntamiento de la ciudad de Aguere. En el santuario el club aurinegro fue puesto como «ejemplo de superación», mientras que en la casa consistorial su máximo rector lo calificó como «el buque insignia del deporte» de su municipio. Calificativos solemnes.
La jornada por Aguere para el CB Canarias –con su presidente Aniano Cabrera debutando en estas lides al frente de la comitiva– arrancó con la ofrenda al Cristo, al que dos de los capitanes, Marce Huertas y Aaron Doornekamp, entregaron un centro floral antes de que toda la plantilla, cuerpo técnico y representantes de la directiva posaran bajo la talla. Junto a ellos, y ejerciendo como anfitrión, Alexis Díaz, Esclavo Mayor del Cristo y que definió al club cestista como el mejor ejemplo de «aquel que sufre un revés y se levanta una vez y otra».
Tras su paso por el Cristo, el plantel aurinegro se trasladó al salón de plenos del Ayuntamiento, donde fue recibido por su máximo responsable, Luis Yeray Gutiérrez; el concejal de Deportes, Badel Albelo, así como por una representación del resto de partidos políticos del consistorio de Aguere. Recepción «al buque insignia del deporte lagunero», como lo definió un alcalde, «feliz y un tremendamente orgulloso por seguir adelante un año más con el patrocinio» que desde el pasado curso une –a modo de naming– a la entidad municipal con el club deportivo. «No me cansaré de comentar que esa apuesta decidida de unir a la ciudad con un ejemplo como es este club está dando unos resultados fantásticos», añadió el edil, que destacó «el esfuerzo y el sacrificio de todo el equipo».
No escondió Gutiérrez que «si hay algo que los laguneros» tienen «muy metido en vena es el sentimiento aurinegro». «Para nosotros ustedes son un ejemplo. De sacrificio, de trabajo, de forma de vida saludable, de compañerismo…», expuso igualmente el alcalde.
Recogió el guante Aniano Cabrera, que calificó como «un honor representar al club en la casa de todos los laguneros». «Gracias, porque entre todos han hecho posible este apoyo», expresó el dirigente sobre un respaldo que germinó «en una comida y de forma casual». «Nos enrollamos, y nos enrollamos bien», dijo de forma metafórica sobre un momento en el que mucho tuvo que ver «la habilidad», pero en especial «ese paso adelante y ese respaldo» por parte de los máximos responsables del Ayuntamiento.
En su primera comparecencia, Cabrera admitió «afrontar con mucha ilusión» este nuevo curso y pidió que «la suerte y la salud acompañe» al CB Canarias «en los momentos importantes de la temporada». «Daremos lo máximo, porque es una grandeza enorme llevar el nombre de La Laguna por todas las canchas», añadió.
En términos parecidos se expresó el técnico Txus Vidorreta, que si bien resaltó que el de la 24/25 «fue el mejor Canarias de siempre», si echó en falta algo de «la suerte deseada pese a buscarla», sobre todo en relación a «la Final Four de Atenas» de la BCL, donde no pudo contar con Fran Guerra ni Joan Sastre. «Esperamos repetir presencia en la próxima edición, lo que sería un reto de gran orgullo», dijo igualmente el preparador vasco, que no escondió tampoco su deseo de «reeditar las 42 victorias en 57 partidos» del ejercicio pasado.
La anécdota de la recepción la dejaron, en tono irónico y bromista, el alcalde y el técnico. Primero Gutiérrez expresó su deseo de vivir «otro triunfo destacado» para que «la próxima visita al Ayuntamiento sea con algo entre las manos y podamos abrir el balcón para disfrutarlo con la afición». «Entrenador, ya va siendo hora», le espetó entre risas a Vidorreta. El bilbaíno se sacudió cualquier presión. «Si el alcalde lo dice… Jugadores, a ver cuándo traéis algo, ¿vale?», comentó el técnico señalando hacia sus baloncestistas.