Los agricultores de Málaga y Granada que se dedican al cultivo del mango han empezado estos días una nueva cosecha, con una previsión récord de producción que rayará las 35.000 toneladas, el doble que en 2024. Esta cifra consolida, una vez más, a España como primera potencia productora de frutas exóticas de Europa, aunque el sector denuncia que los precios que se les están pagando esta campaña han caído en picado: mientras ellos reciben unos 80 céntimos por kilo de mango, el consumidor puede llegar a pagar hasta seis euros en las tiendas.
Según ha denunciado la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), en el inicio de esta campaña los precios en origen están ahora a la mitad de los 1,5 euros que se pagaban el año pasado, por lo que se prevén unas pérdidas de 12.600 euros por hectárea respecto a 2024. Cuando un mango, que suele pesar entre 400 y 800 gramos, se encuentra por debajo de ese peso mínimo, algo que ocurre con un 20% de la cosecha, se considera que es una pieza de destrío, por lo que el precio baja drásticamente. El caso más extremo, según UPA, es el de los frutos de 300 gramos, que, pese a ser los más cómodos para el consumo, apenas se pagan a 12 céntimos en origen.
“El mango ha pasado de ser un producto estrella a dejar a los agricultores estrellados”, ha denunciado Francisco Pineda, secretario de Productos Subtropicales en el sindicato agrario en Málaga, que asegura que se está incurriendo en un incumplimiento de la ley de la cadena alimentaria.
En la actualidad, en España se cultivan unas 6.044 hectáreas de mango, situadas sobre todo entre las comarcas de la Axarquía (en Málaga) y en la Costa Tropical (en Granada). El sector afrontaba esta campaña con optimismo después de que las lluvias de este año hubieran contribuido a elevar la producción.
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