¿Qué empuja a un adolescente a hacerse daño deliberadamente?

«Después de clase, Iris se perdía por los pasillos vacíos de la facultad. Fingía buscar algo, pero en realidad intentaba encontrarse a sí misma. Sentía que su cuerpo caminaba, respondía, sonreía… pero algo dentro de ella se había quedado atrás. Buscaba silencio, pero lo que encontró fue un pensamiento persistente: el dolor físico era más soportable que el emocional. Y cuando se hizo daño por primera vez, sintió que aún estaba ahí«.

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