El socialista Jordi Sevilla rompe filas y eleva las críticas al Gobierno de Pedro Sánchez. Según un artículo publicado en ‘Agenda Pública’, Sevilla considera que el Gobierno de Sánchez ha abandonado el proyecto socialdemócrata por el populismo. Jordi Sevilla, desde julio de 2018 hasta enero de 2020 presidente de Red Eléctrica de España; ministro de Administraciones Públicas del Gobierno de España entre 2004 y 2007; y diputado en el Congreso de 2000 a 2009, considera que la ley de amnistía ha sido un error político que proporcionó una investidura, pero que en la práctica está matando la legislatura y está abocando al Ejecutivo a un vacío de proyecto político, transgredir el ideario socialdemócrata y, en último término, a erosionar la democracia.
El duro ataque de Sevilla se suma a otras corrientes críticas del socialismo que ven en la actual demacrada cara de Sánchez y la creciente crispación política la muestra clara del desfallecimiento del proyecto político socialista, la necesidad de relevo al frente de la política española y de un pacto de Estado que defina el futuro del país.
La amenaza del populismo
Para Sevilla, se ha abandonado la senda socialdemócrata, desviando la política «hacia un populismo donde un Feijóo arrastrado por Vox se siente más cómodo». «El futuro de nuestra democracia constitucional se encuentra amenazado. Los ciudadanos empiezan a mostrar su cansancio con la crispación y piden a los dos grandes partidos que se pongan de acuerdo», asevera.
Para Sevilla, el gran enemigo de la democracia es el populismo en el que han caído todos los partidos y la confrontación partidista que parece dominar la sociedad española. En su opinión, sería necesario «abrir un proceso reconstituyente que nos permita dar el necesario salto adelante en nuestra democracia que la doten de instrumentos suficientes para enfrentarse al populismo autocrático en alza. Imitar al populismo no combate el populismo, sino que lo refuerza. Y los partidos democráticos españoles, de izquierda y de derecha, se han dejado arrastrar estos años por el populismo hasta desdibujar su perfil propio».
Proyecto de país
El exministro concluye que «evitar el triunfo electoral de la derecha y la extrema derecha no es un proyecto de país, como el derogar el sanchismo del que habla Feijóo, tampoco lo es». Por ello, insta a «recuperar más democracia en España, lo que implica un pacto por la libertad y la democracia que priorice la división entre demócratas y populistas. Por convicción y por pragmatismo».
Las críticas al acuerdo con otros partidos
Sevilla no se ahorra críticas a su partido y al Gobierno de Sánchez en particular: «A fuerza de amalgamar socios y aliados incompatibles entre sí y con nosotros, hoy es imposible de distinguir un proyecto socialista propio con aspiraciones mayoritarias. Hemos pagado un precio demasiado alto a cambio de una presidencia del Gobierno que, sobre todo en esta legislatura, se encuentra maniatada. Resulta imprescindible recuperar un proyecto socialista propio y reconocible, algo que solo será posible si se recupera el partido como espacio plural y democrático de debate de ideas y propuestas».
El origen de una legislatura compleja
Para Sevilla, las elecciones de 2023 dibujaron un mapa político en España complejo y que auguraba una legislatura muy complicada para el socialismo. «Con los mimbres existentes no era difícil prever que le exigiría más renuncias, cruzar más líneas rojas y el riesgo de una investidura perdida, que solo podía fortalecer al PP en la oposición. Con los datos en la mano, para muchos socialistas, poner en marcha esta legislatura, con las condiciones y rechazos necesarios para ello, fue un grave error. Porque la posibilidad de convertirla en un desastre era muy superior a que saliera bien. Como así está ocurriendo dada la «calidad» de los socios del PSOE y el poder que la situación les ha otorgado».
La dura valoración del Gobierno
Para resumir la situación política actual y el balance de la actividad de Gobierno, el exministro de Administraciones Públicas esquematiza sus demoledoras conclusiones y carencias en ocho puntos: La pobreza no ha sido una prioridad y no se han logrado mejoras, con un índice de pobreza laboral del 12%; La capacidad redistributiva del Estado no ha sido una prioridad, ya que según el CIS, casi el 80% de los ciudadanos creen que las rentas más altas no pagan, proporcionalmente más impuestos, a falta de una prometida reforma fiscal; Los beneficios empresariales han aumentado más que los salarios; El ascensor social no ha mejorado, con «una sociedad neofeudal en la que la posición social de una persona depende más de la familia en la que nace que de su mérito, capacidad y esfuerzo»; Los servicios y el turismo son los que están tirando de la economía mientras que la productividad está por debajo de la media europea; El Estado autonómico no se ha consolidado; La lucha contra la corrupción no ha logrado erradicarla; No se ha logrado minimizar la deriva hacia el populismo de extrema derecha.
Las propuestas de Jordi Sevilla
Sevilla propone un pacto de Estado, firmado por la mayoría de los partidos políticos, que abra paso a una nueva forma de entender la política. En su opinión es necesario «un diálogo razonado entre diferentes, sin insultos ni estigmatizaciones. Adversarios, no son enemigos». Aboga a que se emprendan reformas necesarias y acordadas para fortalecer el Estado de derecho, «sin excluir aquellas que exijan cambios constitucionales». Entre esos cambios constitucionales, las relaciones de las autonomías con el Estado. También considera prioritarias las medidas dirigidas a mejorar la productividad empresarial y reducir los niveles de pobreza. Entre las medidas más ambiciosas, Sevilla propone «abrir un debate sobre una renta básica de ciudadanía, que reordene las políticas de lucha contra la pobreza y muchas de las actuales deducciones fiscales al trabajo y a la familia, diferenciando entre derecho a vivir y obligación de trabajar».