España perdió un partido en el que perdonó la vida a una Italia mediocre que se hizo fuerte en la pintura y con eso le valió. Pese al buen partido de Aldama (19 puntos y 10 rebotes) y Sergio De Larrea (15 puntos y 7 rebotes), los de Scariolo cayeron fruto de sus malas decisiones y su pésimo porcentaje de tiro. A eso se suma la ausencia de los líderes de esta selección, los hermanos Hernangómez, con una pobrísima actuación de Juancho (cero puntos) y un Willy que no fue capaz de anotar ni una sola canasta en juego. El partido entre Italia y España se empezó a jugar mucho antes del salto inicial. Los de Scariolo, pese a la derrota inaugural ante Georgia, tenían en su mano acabar siendo líderes de grupo si ganaban sus encuentros ante Italia y Grecia. Sin embargo, horas antes del encuentro Bosnia ganaba a una Grecia sin Antetokounmpo, lo que convertía la victoria en obligación. España necesitaba ganar a Italia o a Grecia, porque en caso de no hacerlo y de que se produjese un triunfo (más que probable) de Bosnia sobre Georgia, España quedaría fuera del Eurobasket en la fase de grupos. Así que inesperadamente el encuentro cobró una importancia inusitada.
El inicio perfecto
España arrancó ofreciendo su imagen más solvente de este Eurobasket con cinco minutos en los que no concedió ni un solo punto a Italia, mientras en ataque se desempeñó con fluidez. Dos triples de Sergio de Larrea y otro de Aldama colocaban un llamativo (0-13) en el marcador. El inicio perfecto. Los de Scariolo cerraban la pintura con una magnífica defensa y en ataque encontraban el ‘extrapass’, obligando a Pozzecco a mover el banquillo. Italia acumulaba un sonrojante cero de 12 en tiros de campo, hasta que un (6-0) de parcial maquilló un electrónico al final del primer cuarto (10-18). El rebote era español, lo que le permitía marcar el paso.
Sin embargo, cinco puntos seguidos de Italia, en el inicio del segundo periodo, les acercaron inquietantemente (15-18), con Niang emergiendo en ambas zonas (8 puntos y 4 rebotes). Dos triples de Puerto despertaron a una España obcecada con los triples, que llegó a acumular 16 lanzamientos por solo cinco de dos. Lo que coincidía con una pérdida de agresividad en defensa (tres faltas en el cuarto) que aprovechó Italia (25-25). De Larrea se hizo con el timón ofensivo (diez puntos de 28 puntos) y aumentó la agresividad española en el tramo final, recuperando el dominio en el rebote y en el marcador (27-34). Los de Pozzeco se aferraban a triples aislados que les mantenían con vida al descanso (30-36). España le había perdonado la vida.
Diouf y Niang
No lograban poner los bases españoles la pelota en la zona para un Willy que sumaba un tiro en los primeros veinte minutos. Así que el triunfo pasaba por acertar desde fuera o ser más agresivos en las entradas a canasta. Italia se cargaba de faltas: Melli, Thompson, Fontecchio, Ricci… España defendía bien, pero no acertaba en ataque lo que permitía a los italianos ‘hacer la goma’ (44-45). España sumaba un triste 34% de acierto en lanzamientos de campo, con muchos errores en tiros liberados, mientras Italia apenas llegaba al 36. Pozzecco apostó por colapsar la zona y dejó a España desangrarse con su falta de acierto. Scariolo, por su parte, pedía más agresividad en ataque entrando a la pintura a buscar faltas y tiros más fáciles. Once tristes puntos anotó España en el tercer cuarto, por 19 de una Italia que entraba al último cuarto ganando por primera vez en el partido (49-47).
Apostaba Scariolo por una zona que castigaban físicamente Niang y ‘Momo’ Diouf, doble-doble de ambos. España había perdido el dominio de la pintura y con ello el dominio del encuentro descolgándose en el marcador (55-50). Conseguir una canasta era una agonía en el bando español mientras Italia atacaba con más confianza. Un ‘dos más uno’ de Aldama y una entrada de Brizuela acercaban a La Familia (58-57), pero Italia sumaba con fluidez en el último cuarto (62-57). Y para más inri España se seguía desangrando con los tiros libres (59%). Echaba en falta España un líder, un jugador que se echase al equipo a la espalda en los momentos determinantes. Sin rastro de Juancho y Willy, Aldama encadenó cinco puntos seguidos para igualar a 62 con 1.54 por jugarse. El encuentro llegó (64-63) con 31 segundos para el final y la pelota en las manos de España. La pizarra de Scariolo dibujó algo que no se produjo. Willy terminó fallando los dos últimos ataques de España bajo el aro italiano y condenó a ‘La Familia a una derrota (67-63) que obliga a ganar a Grecia para no caer eliminada. Una decepción de una selección cuyo juego no ilusiona.
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