El Libro Beige de la Reserva Federal, publicado este miércoles, muestra un aumento «moderado» de los precios durante los últimos meses.
Por su parte, algunos territorios indicaron «un fuerte crecimiento de los precios de los insumos que superó el crecimiento moderado o modesto de los precios de venta».
«Casi todos los distritos notaron aumentos de precios relacionados con las tarifas, y los contactos de muchos distritos informaron que las tarifas tuvieron un impacto especial en los precios de los insumos. Los contactos en varios distritos también informaron sobre el aumento de precios de seguros, servicios públicos y servicios tecnológicos», explica el texto.
Mientras, «algunas empresas en casi todos los distritos describieron al menos cierta reticencia a subir los precios, citando la sensibilidad de los clientes a los precios, la falta de poder de fijación de precios y el temor a perder negocios».
«La mayoría de los distritos informaron que sus empresas esperaban que los aumentos de precios continuaran en los próximos meses, y tres de esos distritos señalaron que se esperaba que el ritmo de los aumentos de precios aumentara aún más«, añade.
El informe también muestra un freno en la contratación en la mayor parte del país, y siete distritos señalaron que las empresas dudaban en contratar trabajadores debido a una menor demanda o a la incertidumbre.
«Además, los contactos en dos distritos informaron de un aumento en los despidos, mientras que los contactos en varios distritos informaron de una reducción de personal mediante la rotación de personal, impulsada, en ocasiones, por las políticas de regreso a la oficina y facilitada, en ocasiones, por una mayor automatización, incluidas las nuevas herramientas de inteligencia artificial», añade.
En lo que respecta al comportamiento de la economía, el informe señala que «la mayoría de los doce distritos de la Reserva Federal reportaron pocos o ningún cambio en la actividad económica desde el período anterior del Libro Beige».
«En todos los distritos, los contactos reportaron un gasto de consumo que se mantuvo estable o disminuyó debido a que, en muchos hogares, los salarios no lograban mantenerse al ritmo del aumento de los precios. Los contactos citaron con frecuencia la incertidumbre económica y los aranceles como factores negativos», concluye.