Sergio Scariolo detectó el gran problema que arrastró España durante el encuentro que terminó en victoria para Italia: “En general, Niang y Diouf nos han hecho muchísimo daño en la pintura”, aseguró en rueda de prensa. Lo calificó como «un auténtico destrozo«. “Defendimos en individual, en zona, con distintos emparejamientos… nada funcionó”, lamentó al reconocer la superioridad italiana bajo el aro.
Asimismo, el seleccionador apuntó el momento exacto en que el partido, que parecía favorecer a los intereses de España, dio un giro. “Íbamos ganando por un punto y provocamos un mal lanzamiento”, detalló. Y emergió un protagonista inesperado: “Y Spissu, que es el más bajo de todos, tuvo la rapidez de capturar ese rebote ofensivo y sacar una falta”.
Para Scariolo, esa jugada fue decisiva, tanto en el aspecto anímico como en eldeportivo. “Si hubiéramos cogido ese rebote, quizá el partido… ya lo teníamos de cara, pero ahí se rompió la inercia que habíamos conseguido”, concluyó frustrado.
Sergio de Larrea, por su parte, admitió la dureza del momento: “Es una derrota difícil de digerir, pero hay que seguir adelante”, afirmó el joven base. Coincidió con su entrenador en que los detalles del tramo final marcaron la diferencia, señalando que “al final, los pequeños detalles son los que pesan”. Aun así, quiso mirar hacia adelante: “Esto es un Europeo, puede pasar cualquier cosa. Hemos peleado todo lo que estaba en nuestras manos y ahora toca pensar en el próximo partido”, sentenció.