Después del tenis, la prioridad de Carlos Alcaraz sin distracción alguna, el golf ocupa un puesto importante entre sus hobbies. Coger los palos y hacer unos hoyos se ha convertido en una rutina que también ayuda a que rinda mejor con la raqueta.
«Las opciones de que juegue a golf durante los dos días que tengo hasta las semifinales es de un cien por cien», contestó sin pensarlo a preguntas de Sam Querrey, exjugador que condujo la entrevista al español tras vencer al checo Jiri Lehecka, 6-4, 6-2 y 6-4.
«Jugar a golf funciona. Ya forma parte de las rutinas. Mañana tengo un día difícil con Juanki (Juan Carlos Ferrero, su entrenador) y Sergio García, que está ahí en la grada», significó Alcaraz señalando al golfista castellonense.
El ‘swing’ que ejecuta con la raqueta para celebrar sus triunfos en Nueva York nació de conocer antes de su debut al golfista norirlandés Rory McIlroy. Ahora hay reto con Sergio García, a quien dedicó el gesto y a quien pidió ventaja en el partido en el campo. «Para ser justo me tiene que dar entre diez y 15 golpes de ventaja», pidió el tenista. Dijo que no el de Borriol, a lo que Alcaraz contestó: «Va, que no soy tan bueno».
Alcaraz está feliz. «Y cuando me lo paso bien, los resultados suelen acompañar. Para jugar bien necesito estar contento, también fuera de la pista. Me gusta hacerlo a mi manera, y creo que no nos equivocamos», repite cuando le preguntan por su deseo de tomarse también respiros a nivel personal.
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El viernes, el serbio Novak Djokovic o el estadounidense Taylor Fritz. Con Jannik Sinner firme en la otra parte del cuadro. «Es difícil no pensar en el número uno mundial, pero no quiero meterme más presión. Cuando entro en la pista, intento centrame en los objetivos del partido y disfrutar», subrayó sobre el ranking. Si lo hace mejor que el italiano, le quita el liderato.
