La Junta de Portavoces del Congreso ha aprobado el nuevo calendario de plenos para este periodo de sesiones y ha dejado libre el próximo jueves, 11 de septiembre, cuando se celebra la Diada en Catalunya. La decisión, aprobada por el Gobierno y sus socios, es un nuevo gesto del PSOE a ERC y Junts y, además, permite al Ejecutivo sortear una primera derrota en este curso parlamentario ante la posible ausencia de los posconvergentes, que el año pasado se ausentaron del pleno para asistir a las celebraciones.
Así, el primer pleno de este nuevo periodo de sesiones se condensará en dos días -martes y miércoles- y los asuntos legislativos que se tratarían el jueves pasarán a debatirse el miércoles por la tarde. En principio, solo estaba prevista la convalidación del real decreto que aprobó el Consejo de Ministro el pasado 29 de julio para ampliar a 17 semanas los permisos por nacimiento y que tiene para ser refrendado por el Congreso hasta el 11 de septiembre incluido.
Con este movimiento, desplazando la votación al miércoles, el Gobierno evita una derrota parlamentaria asegurada si Junts, como ocurrió en 2024, vuelve a ausentarse del hemiciclo. Sin el voto de los posconvergentes, el Gobierno tendría los apoyos muy justos: 172 diputados frente a los 171 que suman PP, Vox y UPN. Ningún diputado podría fallar y, además, dependería del voto de José Luis Ábalos. Fuentes de ERC explican que también avisaron al PSOE de que suponía «un riesgo» votar en la Diada estando las mayorías «tan ajustadas».
No obstante, esta práctica, que nada tiene que ver con pedir la suspensión de un pleno, no es tan extraordinaria. Durante el último semestre, la mitad de los 14 plenos que hubo en el Congreso se celebraron en dos días y se debatió en miércoles la convalidación de reales decretos. Además, fuentes cercanas a la presidencia de la Cámara recuerdan que en el anterior periodo de sesiones sí se suspendió el pleno durante una semana por la celebración del congreso del PP celebrado en Valencia.
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