San Javier será testigo este lunes del comienzo del tercer y último curso de formación militar de la princesa de Asturias, quien desempeñará en su día, como reina, el mando supremo de las Fuerzas Armadas.
Leonor ya ha superado las enseñanzas del Ejército de Tierra, especialidad fundamental de Infantería, en la Academia General Militar de Zaragoza; de la Armada, en la Escuela Naval Militar de Marín y en la travesía a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, y, ahora, en la Academia General del Aire, empieza la cuenta atrás para que la princesa eche a volar.
Sus compañeros están emocionados por compartir este curso con la futura reina. «Es un orgullo, algo que nunca pensé», destaca Joel Cordón Arnedo, número uno de la LXXVIII Promoción. «La vamos a acoger como una compañera más, la vamos a apoyar en lo que necesite, porque es nueva aquí en la Academia».
También lo afirma el comandante Carlos Puerta, jefe del Escuadrón de alumnos, que supervisará que se cumplan los estudios y quien indica que «es un honor formar parte de la formación de la princesa», como también lo será para el capitán José Abel Marín Rodríguez, jefe de cuarto curso, y para sus instructores de vuelo, entre ellos Elena Gutiérrez Vidal, la primera mujer que se puso a los mandos del Eurofighter. Gutiérrez tuvo la oportunidad de hablar con don Felipe durante el Festival Aire 25.
Este lunes la alférez Borbón dormirá en su camareta compartida con otras compañeras en la escuadrilla de alumnas, donde este curso hay 74 damas cadetes y alféreces. De ellas, 15 pertenecen a la promoción de la princesa.
A partir del martes a las 6.30 de la mañana comenzará su aprendizaje aeronáutico, primero en un simulador en el que hará las prácticas, réplica exacta del avión Pilatus PC -21. En este avión surcará el cielo murciano primero con sus instructores y después en solitario.
Leonor acapara toda la atención, pues, aunque sigue los pasos de su padre en el Ejército, el hecho de ser mujer es totalmente nuevo, algo impensable hace unos años y un paso adelante que refuerza el papel cada vez más relevante de la mujer en las Fuerzas Armadas. Así opina Isabel Chazarra Vivo, que nació el mismo año que la princesa y empieza tercer curso de Relaciones Laborales y Recursos Humanos
«Sigo muy de cerca los estudios de la princesa Leonor porque tenemos la misma edad y la veo muy sencilla y responsable. Me alegro mucho de que vaya a pasar este tiempo de formación militar en La Ribera y seguro que va a abrir camino para que más chicas quieran ser pilotos. Espero también que disfrute de todo lo bueno que ofrece nuestra Región y que regrese a menudo después», asegura.
Para Santiago Alonso Durán, que tiene la misma edad que la futura reina y comienza tercero de Ingeniería Industrial, es un honor que Leonor esté en Murcia. «Seguro que este curso va a ser para ella enriquecedor y lleno de experiencias inolvidables y, aunque viene a estudiar; tendrá tiempo de conocer nuestras playas, naturaleza y cultura de San Javier y de la Región. ¡Ojalá encontrarla en las playas de la Ribera o donde veranea mi familia! Sería todo un privilegio poder conocerla», espera el joven. «Un amigo que coincidió con ella en Zaragoza me comenta que, pese a sus condicionantes de seguridad, no deja de ser una joven de hoy«, añade.
La profesora María José Giménez destaca que es «na suerte para La Ribera que la princesa continúe sus estudios aquí. Se nota en el ambiente interés por verla entre nosotros, porque despierta simpatía por donde va y, a pesar de su juventud, se ha adaptado muy bien a sus obligaciones y a los programas de estudios. Aquí va a estar muy bien; es un pueblo muy tranquilo en invierno».
Por su parte, Antonio Ponce, director financiero de una empresa murciana, opina que es importante para Santiago de la Ribera que la futura reina esté durante este curso. «Me parece fantástico y muy positivo porque le va a dar un impulso a la localidad, ya que va a ser el foco de atención de toda España, como se merece el sitio con más encanto del Mar Menor», presume. «Esta estancia de la princesa Leonor va a servir para dar a conocer una joya desconocida para muchos», augura Ponce. «Estos días vemos cómo se respira curiosidad y es habitual escuchar en cualquier conversación que pronto va a estar Leonor por aquí», concluye.
Aumento del turismo
Si bien Santiago de la Ribera acoge un turismo estacional, los comerciantes y hosteleros esperan que durante este curso se rompa esa barrera y despegue el turismo de invierno. Los restaurantes ya han aumentado el número de reservas para un septiembre fuerte. Asegura Manoli Méndez del Restaurante Miramar que «la presencia de la princesa va a repercutir en el aumento del turismo. Esperamos que nos visite y ofrecerle nuestras especialidades de arroces y ceviche». «Ya se nota que viene, precisamente una televisión me ha reservado para instalar un plató y emitir desde aquí», afirma.
Rosario Tudela, propietaria del bar El Ángel, próximo a la AGA, muy popular entre los cadetes, espera ofrecerle el bocadillo denominado ‘completo’ el más consumido de este establecimiento: «Lleva pechuga empanada, tomate, lechuga, mayonesa, queso, beicon y huevo por 4 euros. También los alumnos piden mucho los platos combinados a base de hamburguesa o pechuga a la plancha a la que añaden pasta, arroz con tomate, patatas rancheras o lo que pidan. Espero que a la princesa le guste alguno con los ingredientes que prefiera y le pondré su nombre».
Para Roberto Verdú, de la Heladería La Jijonenca, «es un aliciente que un miembro de la Casa Real permanezca en La Ribera durante diez meses. Si viene la princesa estaré encantado de ofrecerle nuestra especialidad de turrón, que fue premio al mejor turrón artesano hace dos años. Recuerdo que don Felipe vino varias veces con sus compañeros y tomaba desde manzanilla hasta granizados o helados blanco y negro o de fresa».
Jaime Sevilla, de la tienda de efectos militares, espera que la alférez Leonor acuda «al igual que lo hizo su padre, a adquirir algunos de nuestros artículos de uniformidad: gorros, palomas, parches, etc.».
Antes de acabar el curso, Leonor de Borbón recibirá varios nombramientos que la vincularán con la Región y, especialmente con San Javier. Como ya adelantó a La Opinión de Murcia el alcalde José Miguel Luengo, será nombrada Hija Adoptiva de San Javier y Medalla de Oro de la Villa.
Hija Adoptiva de Murcia
El Ayuntamiento de Murcia también ha iniciado los contactos con la Casa Real para sondear las posibilidades de nombrarla Hija Adoptiva de Murcia y entregarle la Medalla de Oro de la ciudad, asegura José Ballesta, para quien el hecho de que la princesa estudie este año en la Región es «un inmenso honor en muchos sentidos. En primer lugar porque se va a formar como piloto de las Fuerzas Aéreas y volará sobre Murcia, algo muy importante para conocer mejor nuestra Región y verla desde el cielo es una visión muy especial que no va a olvidar nunca».
En segundo lugar, añade Ballesta, «hay un aspecto para nosotros sentimental: cuando recorra nuestras calles y visite nuestros lugares emblemáticos como la Catedral o el Santuario de la Virgen de la Fuensanta se creará entre la Región y la princesa un vínculo que no se romperá a lo largo de toda su vida».