El telescopio TESS de la NASA había observado al cometa interestelar 3I/ATLAS dos meses antes de su descubrimiento oficial, identificando un dinamismo extremo que llama la atención de los científicos. Esto se suma a hipótesis como las del físico Avi Loeb, que sugieren que el objeto podría ser una nave o instrumento tecnológico extraterrestre.
Los astrónomos anunciaron hace unos meses el hallazgo de 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar detectado atravesando nuestro Sistema Solar, tras Oumuamua y Borisov. Poco después de su descubrimiento oficial el 1 de julio pasado, los investigadores comenzaron a buscar archivos de telescopios en busca de imágenes previas al hallazgo.
Uno de los datos más sorprendentes provino de la misión TESS de la NASA, que registró señales del objeto desde principios de mayo, sugiriendo que 3I/ATLAS ya mostraba actividad a grandes distancias del Sol. Ese dinamismo previo a su descubrimiento llamó la atención de los especialistas, según un artículo publicado en Universe Today.
Un comportamiento extraño
TESS no fue diseñado para cazar cometas o asteroides, sino exoplanetas brillantes mediante fotometría de alta precisión. Sin embargo, entre el 7 de mayo y el 2 de junio de 2025, el satélite escaneó de forma casi continua la región del cielo por donde pasaría 3I/ATLAS. Esos datos fueron la base de un nuevo estudio publicado en arXiv, desarrollado por científicos de la Universidad Estatal de Michigan y la Universidad de Auburn, en Estados Unidos.
Teniendo en cuenta que la cámara de TESS captura un fotograma cada 200 segundos y la velocidad angular del objeto es mucho mayor que la de las estrellas de referencia, los autores emplearon una técnica que consiste en trasladar y superponer varias imágenes para reforzar la señal de un objeto que, de otro modo, sería imposible de detectar en un único fotograma.
Gracias a esta metodología, el equipo determinó que el cometa interestelar ya estaba emitiendo material a una distancia de cerca de 6,4 Unidades Astronómicas del Sol, mucho antes de su máximo acercamiento a nuestra estrella, algo inusual para cometas en tránsito por el Sistema Solar interior.
El análisis de brillo reveló un aumento de flujo en un factor de cinco durante las seis semanas de observación: luego de descartar errores de calibración o artefactos en las imágenes, los autores relacionaron el extraño fenómeno a la sublimación de compuestos integrados principalmente por dióxido de carbono y monóxido de carbono.
¿Una nave extraterrestre?
Estos compuestos producen chorros de gas y polvo que realzan la luminosidad a distancias mucho mayores del Sol que las observadas en cometas nativos de nuestro sistema. Al sublimarse a temperaturas mucho más frías que el agua, los compuestos producen actividad cometaria a gran distancia. Esa composición sería coherente con la idea en torno a que los cometas procedentes de otros sistemas estelares conservan materiales que los cometas del Sistema Solar ya han perdido.
Sin embargo, no todos piensan lo mismo. En un artículo publicado recientemente en Medium, el físico de la Universidad de Harvard, Avi Loeb, conocido por declarar que Oumuamua era en realidad una nave extraterrestre que atravesó nuestro vecindario cósmico, sostiene que no puede descartarse aún que 3I/ATLAS no sea en realidad una pieza de tecnología alienígena.
Referencia
Precovery Observations of 3I/ATLAS from TESS Suggests Possible Distant Activity. Adina D. Feinstein et al. arXiv (2025). DOI:https://doi.org/10.48550/arXiv.2507.21967
Como ya había indicado previamente, sugiere que podría tratarse de una nave extraterrestre viajando por el Sistema Solar, debido a su extraño comportamiento y a que parece producir su propia luz: una de las hipótesis indica que el objeto interestelar sería en realidad un vehículo espacial alienígena propulsado por energía nuclear.
Futuras observaciones con otros telescopios e incluso tecnologías más avanzadas podrían ayudar a desvelar la incógnita. El propio Loeb indica que lo más probable es que el extraño comportamiento pueda explicarse por causas naturales: sin embargo, al igual que otros especialistas cree que no puede descartarse la posibilidad de una tecnología extraterrestre, hasta tanto existan certezas científicas al respecto.