El primero, por sorpresa, como cuando un conejo sale de una chistera y todavía provoca ese sonido de admiración, fue Sebas Moyano. Luego, Tachi. Los dos primeros fichajes del verano del Real Zaragoza fueron jugadores libres, sin contrato, después de subir a Primera con el Oviedo y disputar el playoff de ascenso con el Mirandés, respectivamente. A partir de ahí, hasta ocho incorporaciones antes del 1 de septiembre por la mañana, día en el que se cerraba el mercado de verano en España. Este lunes frenético.
Fueron firmando Radovanovic, Insua y Pomares en el proceso de reconstrucción total de la defensa, la línea que ha sufrido una remodelación más profunda. También Adri Rodríguez, el primero de los dos nuevos porteros, toda vez que Txema Indias había decidido prescindir de Joan Femenías ejerciendo una cláusula de corte que había incluida en su contrato y Poussin tenía otras aspiraciones y regresó a Francia.
Además, el director deportivo incorporó a Paulino de la Fuente, que como Moyano y Pomares venía de celebrar un ascenso a Primera en el Tartiere, y en propiedad a Valery Fernández, la gran apuesta económica y deportiva del verano, un futbolista que en máximos pertenece a otra categoría pero que viene a buscarse a sí mismo en un escalón inferior y en un contexto diferente al de casi toda su vida: fuera de Gerona y lejos del Girona. De momento ha tenido poca participación y muy extraña por las circunstancias de los partidos y de las deficiencias de la plantilla.
Así hasta ocho fichajes, una cifra significativa, pero que el club pretendía bastante superior. En el penúltimo día del mercado, Aketxe pidió salir en dirección a Malasia y la SAD aceptó la propuesta para liberar una importante parte de la masa salarial y tener más disponibilidad para la traca de última hora. Ager ha estado mal en su año y poco en la ciudad.
El final del mercado se resume así: Esteban Andrada para la portería, argentino venido de México tras la espantada de Andrés Fernández y el culebrón ‘interrumptus’ con Dani Cárdenas; Paul Akouokou para el mediocentro, el fichaje más buscado por el club de todo el verano, el reino de Aragón y de Indias por sus huesos, Martín Aguirregabiria, un lateral derecho procedente del Cartagena de rebajas y Kenan Kodro, un nueve de talla (1,90 metros) para tener presencia física en el área, petición de Gabi para completar perfiles en la delantera. En el Gaziantep turco hizo 8 goles en 32 partidos la campaña pasada. Lo recordarán del Athletic, Osasuna o Valladolid. En Hungría, entre 2021 y 2024, fue un buen goleador. Tres cedidos, la fórmula jurídica que los hacía viables, y un saldo.
Gabi Fernández ya tiene su plantilla. En total, once contrataciones. Futbolistas en su mayoría hechos y derechos y con experiencia. Pocos ensayos. Con estos bueyes tendrá que arar. Tiene una defensa prácticamente nueva con jugadores que no son clase alta de Segunda sino media. Hay expectación por ver cómo funcionan colectivamente a partir de ahora, también algunas dudas y queda por comprobar si ahí se echa en falta (o no) otra pieza sólida.
Mucho poderío físico en el centro del campo (sobre todo, con Akouokou y Saidu, la revelación del verano, que ahora cuenta como central), más posibilidades y variantes en los extremos que la temporada pasada, con cantidad y buena calidad y el mismo ataque más un tanque para volar por las alturas. Veremos si hay gol suficiente. La plantilla tiene un déficit de creatividad en el medio, pero músculo y una gran fuerza física, recursos interesantes, veteranía y varios jugadores heredados de la temporada pasada todavía en depresión. En su primer verano, Indias ha fichado para ya, ni para mañana ni para pasado.